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Porque los oídos no entienden fronteras

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[1]“Hace ya algunos años, durante una de mis muertes, visité el Infierno.

Yo había escuchado que en esos abismos te sirven el vino que prefieras y los manjares que elijas,

amantas y amantes para todos los gustos, música bailandera,

gozadera infinita...

Y una vez más confirmé que la publicidad miente.

El Infierno promete la gran vida,

pero yo no encontré nada más que un gentío haciendo fila.

La larguísima fila, que se perdía de vista en esos desfiladeros humeantes,

estaba formada por mujeres y hombres de todos los tiempos,

desde los cazadores de las cavernas hasta los astronautas del espacio sideral.

Ellas y ellos estaban condenados a esperar.

A esperar desde siempre y para siempre.

Eso descubrí: el Infierno es la espera.”[2]

 

 ¿Aquí se puede entrar? Po.

 

Teléfono colgado, tono ocupado[3].

 

[4]Una delgada línea de cobre es el único lazo entre los asilados en la embajada de Colombia y el mundo exterior.

 

Al embajador Fernández Renowitzky no le gusta que el teléfono esté todo el tiempo ocupado, no porque esté esperando una llamada importante, sino porque el voz a voz atrae cada día más aislados a la puerta de esta mansión. La embajada ya parece más un barco recogiendo sobrevivientes de un naufragio[5]. A pesar de la opulencia del barrio en que está ubicada y de la llamativa fachada de la casa, la embajada colombiana solo tiene dos plantas y un pequeño sótano. Allí Fernández Renowitzky vive y trabaja. Hace tiempo que aquí ya no hay cama para tanta gente. El embajador y su esposa viven en el segundo nivel y los asilados en el primero.

 

Les doy la bienvenida a un nuevo capítulo de Entre Américas. Yo soy Javier Ricardo Ardila. Hoy escucharán mi voz y la de Paula Daniela Veloza. Este es nuestro cuarto episodio sobre la historia del exilio chileno en Colombia.

 

[6] Si como lo describió el pensador uruguayo, Eduardo Galeano, visitar el infierno es conocer la espera eterna, las personas asiladas en la Embajada de Colombia en Santiago no demoraron mucho tiempo en descubrirlo. Mientras se da la lucha diplomática para sacar con vida de Chile a los asilados, en la embajada el día a día transcurre entre paredes ajenas. Dentro, ellos y ellas parecen condenados a esperar desde siempre y…... ¡ah!, hasta que los militares de la Junta de Gobierno emitan los salvoconductos.

 

Para contar esta época de espera, hoy presentamos el testimonio de Livia Sepúlveda en la voz de Javiera Valenzuela Caiceo. [7]

 

Octubre 5, 1973[8].

 

Llegamos ayer sobre horas de la tarde; la puerta estaba abierta. Aquí se siente una mezcla indescriptible entre esperanza y miedo. Milena no ha dejado de correr de cuarto en cuarto. Debemos ser más de sesenta personas. A mí sinceramente la energía no me alcanza para andar detrás de ella. Que lindo es verla ignorar a ratos la ansiedad que la circunda. Además de Milena, aquí adentro hay otros cabros chicos. Están Las Garretonas, hijas de Virginia Rodríguez y Oscar Guillermo Garretón, sus voces son un respiro en medio de tanto miedo. Pero bueno, ni siquiera las niñas se atreven a romper el silencio pesado que se toma la casa cada vez que a las 6:00 de la tarde se anuncia por altoparlante el toque de queda[9].

 

El pueblo de Santiago debe permanecer en sus casas a fin de evitar víctimas inocentes, firmado Augusto Pinochet Ugarte, general de ejército, comandante... [10]”.

[Cabezote] Entre Américas: porque los oídos no entienden fronteras.

[11]Entre las más de doscientas personas que lograron entrar en calidad de asilados a la embajada colombiana luego del golpe de Estado, estaba la chilena Livia Sepulveda. La historia de cómo ella llegó caminando, embarazada de Máximo y con su hija Milena de la mano, la escuchamos en el episodio pasado.

 

Livia no solo era buscada por ser una socialista activa y por ser hija del secretario general del Partido Socialista Chileno. Ella además hacía parte del aparato de información de Allende. Sabía, por ejemplo, dónde estaban ubicadas las casas de seguridad del gobierno.

 

Ella logró llegar a la embajada tan solo semanas después del golpe. Sin embargo, su valor para el régimen militar era tan alto, que salir de la embajada con destino a cualquier país en el extranjero le fue muy difícil. Tuvo que esperar en la embajada por poco más de cuatro meses... tiempo suficiente para acostumbrarse a las rutinas de lo cotidiano[12].

 

Octubre 10, 1973.

 

 

Hoy comencé a llenar los papeles para solicitar formalmente el asilo. La burocracia es la cosa más ridícula. La mayoría aquí adentro son colombianos; pocos parecen dar crédito a lo que está pasando en los estadios. Evidentemente el embajador no está muy feliz con tener tanta gente en su casa; ya no se soporta ni a sus propios compatriotas.

 

Aunque cada día somos más, esta casa se traga todo el calor humano; el frío es abrumador y la maldita estufa nada que arranca ¡Nos quieren matar de frío! Aquí todo el que llega se acomoda como puede, donde puede; no sé cómo hacen los que están durmiendo en el garaje. Casi no hay mantas, algunos todavía viven con la angustia de que la comida se acabe. A algunos otros la alegría de estar con vida les basta para sobrellevar las penurias del día.

 

A mí se me van las horas en mil cosas, a veces siento a la guagua dentro moviéndose... esa angustia de que se me adelante el parto antes de poder salir de aquí. Desde que los vallenateros se fueron todos andamos un poco más bajoneados.

 

Durante su tiempo en la embajada, Livia fue testigo de primera mano de la lucha diplomática entre el gobierno colombiano y el régimen militar chileno. Vio al cuerpo diplomático colombiano hacerle frente a las labores imprevistas que de repente sus cargos demandaban. Desde las secretarias hasta el embajador se esforzaron por salvar a los ciudadanos colombianos retenidos por el régimen de Pinochet, así como a los chilenos y extranjeros que acogían en calidad de asilados[13].

 

[14]Octubre 15, 1973.

 

La mayoría de los colombianos que llegan aquí duran muy poco; el proceso de repatriación es casi automático. Los nuevos sacados de los estadios directamente por Beatriz Uribe de Borrero, la cónsul en Valparaíso, están mucho más débiles y enfermos que sus compatriotas de las primeras semanas. Entre los secretarios, agregados y demás personal que puede salir y entrar libremente, hay muchos que, a pesar del terror constante que se respira en las calles, han tomado riesgos increíbles para ayudarnos... o, por lo menos, para hacer más llevadera nuestra vida aquí adentro. La ayuda está comenzando a llegar, pero este frío no se palía con cobijas. Milena casi no ha podido dormir[15].

 

La mayoría de los detenidos por el régimen fueron llevados directamente al Estadio Nacional y al Estadio Chile. En estos campos de concentración, miles murieron; otras y otros fueron desaparecidos entre el mar, las montañas y el desierto. Pocos meses después, los detenidos que aún vivían fueron reubicados en nuevos centros de detención clandestinos diseminados por todo el territorio nacional. Ya con los detenidos dispersos como estrellas en el espacio, la FIFA dio el visto bueno para continuar con las eliminatorias de la copa mundial de fútbol de 1974 [16].

 

[17]Más de quinientos colombianos cayeron durante las primeras semanas en manos del régimen militar. Una de las principales labores del cuerpo diplomático fue identificarlos, sacarlos de los estadios, llevarlos a la embajada y luego repatriarlos. El hecho de que todos ellos salieran de Chile con vida, es prueba de la eficiencia con que el cuerpo diplomático desarrolló sus labores. Pero, a medida que pasaban las semanas, había cada vez más trabajo pendiente[18].

 

Octubre 18, 1973.

 

 

Un nuevo grupo de asilados tiene a muchos muy tensos. Ésta es gente de la primera plana.  Han logrado mantenerse con vida de milagro. Ahora aquí hay nombres que parecen escogidos directamente de la lista de los más buscados. Está mi papá, Adonis Sepúlveda, secretario general del Partido Socialista y diputado de la República en reemplazo del mismísimo Allende. También está Garretón, el esposo de Virginia, a quien la Junta le tiene el ojo puesto por su rol como secretario general del Movimiento de Acción Popular Unitaria. A él lo acusan de reunirse con militares constitucionalistas para llamarlos a la insubordinación.

 

Nadie en la embajada duda que la Junta Militar va a redoblar la seguridad una vez se entere de su tremendo fracaso. Estos peces gordos se le están escapando entre los dedos a Pinochet.

 

[19] Una vez un colombiano era sacado de los centros de detención y llevado a la embajada, en la mayoría de los casos la expedición del salvoconducto por parte del jefe del interior de la Junta Militar solo tomaba un par de días. La situación era muy diferente para los chilenos y gentes de otras nacionalidades que estaban pidiendo asilo, y para alguna que otra colombiana buscada por el régimen[20].

 

 

[21]La Embajada de Colombia le está dando refugio a nada más y nada menos que un grupo de terroristas. Está el Garretón, líder del MAPU, ese que está acusado de impulsar a soldados de la Marina a levantarse contra sus superiores. Hay varios diputados, todos rojos, los que querían convertir a Chile en segundón de los rusos y de los cubanos. Esos son la Carmen Lazo; el Rafael Gumucio de la Democracia Cristiana, un izquierdista; el Sepúlveda del Partido Socialista; y el Hernán del Canto, el que era Secretario del Interior. Como asilados también están Enrique Dobry, el jefe de abastecimiento, el que hizo frente al paro de transportistas el año pasado. Junto a Dobry se encuentra este... mmm... periodista, Eduardo Labarca, el que dirigía el Noticiario Nacional. Y me falta un periodista… mmm… el Mansilla, Luis Eduaado Mansilla, el entrevistador favorito del Neruda. 

 

A todos estos hay que retenerles en el país. No se nos pueden escapar.

 

[22]Los colombianos eran repatriados en vuelos humanitarios muy rápidamente. Eran muchos y duraban muy poco dentro de la embajada. En cambio, quienes tuvieron que pasar semanas y hasta meses dentro, empezaron a tener conflictos entre ellos. La mayoría de éstos eran chilenos y chilenas a quienes el régimen militar buscaba activamente.

 

La gente que estuvo atrapada por largos periodos intentó ocupar su tiempo con lo que pudo. Enrique Dobry, el que llegó a la embajada saltando de un auto en movimiento, recuerda esa época. Él era considerado uno de los peces gordos, pues se había desempeñado en múltiples cargos dentro de la Unidad Popular, especialmente en la Dirección de Industria y Comercio, entidad encargada de todo el abastecimiento del país. 

 

“¿Qué hicimos en la embajada? Pues, con esa montonera. no había nada que hacer. Apenas podíamos movernos. Pero a medida que se fue desocupando, ya quedaban cincuenta personas, entre los que menciono “La Negra” Lazo, la negra era diputada. Había otros parlamentarios, que esos salieron fácil, y, a nosotros, a estos 5 que le mencioné, no nos dejaban salir y exigían que nos entregaran”.

 

[23] “¿Qué hacíamos en la embajada? Obviamente Labarca se dedicaba a escribir; él es escritor. Condeza era el médico y muy disciplinado; él operó a una Colombiana que tuvo un bebé en la embajada con los cuchillos de la cocina, los afiló bien, porque le tuvo que hacer cesárea. No, Condeza es un tipo extraordinario. Adonis Sepúlveda, pues, uno de los políticos más importantes del país, se dedicaba también a escribir”.

 

 

Para Carlos Gabler, el joven ateo cuyos pasos también seguimos en el episodio pasado, los conflictos dentro de la embajada eran un espejo de los conflictos del mundo de afuera. Según él…

 

"Dentro de la embajada, los chilenos discriminaban contra los colombianos que estaban ahí. Entre otras cosas eran todos como trabajadores, gente humilde, no había un hombre de negocios, un comerciante, sino que era todo como gente trabajadora, medio aventurera. Después, dentro de los chilenos mismos, había unos que eran grandes, grandes dirigentes. Osea, habían unos diez o doce super start, y después habíamos unos cincuenta que éramos gente de base, de aparato"[24] .

 

A estos diez o doce personajes grandes, buscados por la Junta, fue a quienes les tocó esperar en la “jaula dorada”. Custodiada por militares de bajo rango, la embajada era un mundo chiquito, con sus propias reglas difusas y atajos... pero donde un error podía costar la vida[25].

 

Octubre 20, 1973.

 

Milena se ha hecho muy buena amiga de las Garretonas. Ahora andamos del techo porque las cabras chicas se la pasan en el jardín. Ayer intentaron cruzar la reja hacia el campo de golf. Menos mal los soldados de turno todavía son los mismos milicos que están prestando el servicio. Creo que andan más asustados que nosotras a estas alturas. También tienen hambre y frío, no son malas personas, solo unos cuantos jóvenes con miedo. A veces, les llevamos galletitas y queques, mate para el frío; se nota que vienen del sur y les encanta. Claro, nosotras aprovechamos los momentos en que se meten a la caseta a tomar las onces que les llevamos para entrar más asilados por la puertita del servicio.

 

Entre quienes duraron más tiempo en la embajada estaba Virginia Rodriguez. Ella había llegado temprano en septiembre con sus tres hijas, las nuevas amigas de Milena. Su esposo, Óscar Guillermo Garretón, era una de las personas más buscadas por la Junta Militar[26].

 

Octubre 22, 1973

 

 

El susto que Milena y las Garretonas nos han dado hoy. Virginia se percató de que las cabras chicas no se oían hace un rato, comenzamos a buscarlas pero no respondían. Primero pensamos que estaban jugando a las escondidas, pero nadie las había visto desde hacía un buen rato. Nos dio miedo de que estuvieran del otro lado de la reja, del lado del campo de golf, pero desde el jardín posterior no se veía un alma en todo el campo. Comenzamos a temer lo peor: quizá las había agarrado la guardia. A pesar de que nadie las veía a través de las ventanas hacía la calle, Carmen Lazo, la diputada del Partido Socialista, salió a buscarlas. Con los milicos apuntando permanentemente hacia la embajada, a nadie le hacía gracia salir, pero estábamos desesperadas buscandolas y la Carmen nos ayudó. Resultó que las niñas estaban por fuera de la reja, sobre la calle, colgadas al buzón, jugando al cartero... rampantes frente a la caseta de la guardia. Si no las cogieron es porque los soldados de turno no quisieron; no son vacas. Virginia y yo las hemos retado fuertísimo. Pucha, nos dio tanto miedo.

 

[27]El susto que Virginia y Livia se llevaron, no era para menos. Era común que la Junta Militar atacara a los familiares de sus principales objetivos como estrategia para ejercer presión sobre éstos. Esas cuatro niñas estuvieron de buenas.

 

A pesar de tener el control sobre la población por la vía de las armas, la Junta Militar sabía que el terror era una solución temporal. Para que el proyecto político de la derecha golpista prosperara, Pinochet y su gabinete debían construir una imagen de estabilidad.

 

[28] Aparentar que todo estaba bien, era necesario para ganar consenso interno y para conseguir reconocimiento internacional. Pero, ganar legitimidad, no era nada fácil. Por eso no se escatimaron recursos cuando de propaganda política se trató.

 

Limpiar la imagen de la Junta era un esfuerzo constante: cada vez que un asilado lograba salir de Chile e informaba al mundo de las atrocidades que cometía el nuevo gobierno, la legitimidad de Pinochet se tambaleaba.

 

Mejor dicho, cada nuevo vuelo humanitario que salía de Chile permitía que el mundo se fuera enterando poco a poco de las miles de muertes, torturas y desapariciones ejercidas por el régimen militar[29].

 

Noviembre 4, 1973.

 

Desde que el primer vuelo con exiliados salió, todos estamos un poco más callados. Para quienes quedamos, tanta espera comienza a ser agotadora. Mile extraña mucho a las Garretonas; ya no tiene con quien jugar. Sobra decir que yo extraño a Virginia. El resto del grupo parece haber descubierto el secreto para no desesperar al tiempo: hemos aprovechado al máximo la biblioteca del embajador, hay partidas de ajedrez que deliberadamente duran días, y ni qué decir del entusiasmo de aquellos que están en el grupo de estudio ¡Esas tertulias interminables sobre las ruinas de lo que no fue! [30] 

 

Obviamente yo ando más ansiosa que el resto porque mi espera es doble. Falta tan poco tiempo para que nazca la guagua, que hoy tuve que decidir la fecha. El parto será inducido este 11 de noviembre; así podré recibir atención hospitalaria. Si se adelanta, y es de noche, siempre está Edgardo. La idea de tener a la guagua aquí, entre manteles y con cuchillos de cocina en lugar de instrumentos quirúrgicos, no me tranquiliza para nada. Pero bueno.

 

Desde el teléfono de la embajada seguimos manteniendo al tanto al mundo de lo que pasa en Chile.

 

 

[31]Como Livia bien lo presintió, era cuestión de tiempo antes de que la entrada de grandes personajes de la Unidad Popular a la embajada le ganara a Colombia el antagonismo del régimen militar. Además, a medida que a algunos asilados les entregaban sus salvoconductos y podían salir del país, la mayoría de éstos se unía a las filas de resistencia en contra de la dictadura de Pinochet. Ya en calidad de exiliados políticos, aprovechaban las tribunas de los medios de comunicación internacionales para contarle al mundo lo que estaba pasando en su país de origen.

 

Ese fue precisamente el caso de Livia, quien salió finalmente de Chile en enero de 1974, acompañada de Milena y con el pequeño Máximo en brazos. Hizo falta que se ejerciera una ardua presión diplomática para que se le entregara a ella su salvoconducto, pero se logró. Una vez en Colombia, Livia se reencontró con Virginia, con quien nunca perdió contacto. Gracias a las redes de solidaridad disponibles para quienes huían de Chile, Virginia ya se había ubicado en una casa en el barrio Chapinero, en el norte de Bogotá. A su llegada, Livia vivió allí con Virginia y sus niñas, en lo que era otra casona fría y, esta vez, desamueblada.

 

[32] A pesar de sus preocupaciones diarias, de haber llegado a un país extraño con prácticamente lo que traían puesto, y de tener a cargo niños que requerían atención constante, ninguna de las dos escatimó en tiempo a la hora de ayudar a los asilados que permanecían en la embajada. Inmediatamente tras su llegada a Colombia, Livia y Virginia buscaron captar la atención de la prensa y de los dirigentes en el gobierno. Pero, si su acercamiento a los medios de comunicación contó con suerte desde el inicio, llegar a los altos mandos políticos requirió mucha más imaginación y perseverancia.

 

Enero 18, 1974.

 

Ayer llevaba apenas unos días en Bogotá, cuando llamaron a la puerta. Yo abrí y había un montón de reporteros. La cosa más absurda: querían entrevistarme en la televisión. El caso es que alguno de los reporteros pensó que yo era la esposa del hijo de Luis Corvalán Lepe, el famoso secretario general del Partido Comunista. Con Virginia acordamos que, si me querían llevar a las cámaras, pues yo iría. Podía aprovechar para denunciar lo que está pasando en Chile y en la embajada colombiana con los asilados ¡El presentador hizo tremendo condorito en público! De entrada le aclaré que yo no era la esposa del hijo del Corvalán Lepe, sino que era exesposa de Corbalan Fernández, pero que tenía mucho que decir sobre lo que estaba pasando en Chile. El tipo ese se fue de pa ́ atrás. Igual, era muy tarde. No pudo cortarme porque estábamos transmitiendo en vivo. No creo que me vuelvan a llamar de ningún medio. Creo que a Virginia le ha ido mejor con los periodistas[33].

 

La oportunidad que Livia tuvo de hablar frente a un medio colombiano era muy valiosa. Luego del golpe, pasaron varias semanas antes de que los medios internacionales le empezaran a dar crédito a los relatos que eran transmitidos por banda larga desde Chile. Esto le permitió a la Junta ganar tiempo y construir una imagen para blindarse de las críticas. En el discurso oficial del régimen, el golpe había sido un mal necesario: la única alternativa para salvar a Chile. 

 

Según el régimen militar, prueba de ello era que Chile estaba comenzando a resurgir de las cenizas cual ave fénix. Dentro de esta visión, los testimonios de los exiliados y las quejas de los demás gobiernos hacían parte de un elaborado plan del marxismo internacional para desprestigiar al nuevo gobierno.

 

[34] Marzo 26, 1974.

 

 

Por lo menos las niñas están aprovechando la falta de muebles en esta casa; se la pasan todo el día corriendo de cuarto en cuarto. Las semanas pasan y la cosa en la embajada no mejora. Esta mañana Oscar nos contó por teléfono que anoche escucharon disparos en el patio, como hacia las canchas. No saben si era solo para amedrentarlos o porque cogieron a alguien intentando asilarse. 

 

Virginia lleva varios meses buscando una cita con el Ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Vásquez Carrizosa. A pesar de sus contactos en el gobierno, no lo ha logrado. Hoy discutimos la posibilidad de hablar directamente con su secretaria. Al parecer ella antes era la secretaria del cura Camilo Torres; seguro tiene alguna simpatía por el proyecto político de la Unidad Popular. Vamos a abordarla mañana en su hora de almuerzo[35].

 

La cacería a la que se unió Livia era de vital importancia para sacar a los asilados que todavía estaban en la embajada. El ministro de Relaciones Exteriores de Colombia había condenado de manera enfática la toma del poder por medios violentos. De hecho, él fue uno de los pocos latinoamericanos que firmó el comunicado de la ONU sobre la situación de derechos humanos en Chile en diciembre de 1973. Aunque Vázquez Carrizosa era miembro del Partido Conservador, era uno de los políticos más progresistas, no solo del país, sino de toda la región. Alguien capaz de entender el espíritu democrático que llevó a Allende a permanecer en la Moneda.

 

Virginia sabía que Alfredo Vazquez Carrizosa era la persona que podría brindarles el apoyo que necesitaban. Él había defendido con éxito el caso de asilo político más emblemático a la fecha, el del dirigente peruano de izquierda Victor Raúl Haya de la Torre. Además, no solo había dado la orden de abrir las puertas de las embajadas a los asilados, sino que se había negado a reconocer al general Aranda, el enviado de la Junta, como nuevo embajador de Chile ante Colombia.

 

[36] Abril 28, 1974.

 

 

Llevo tres meses aquí y son tan pocos los resultados. Para nosotras, el  tiempo corre rápido, pero para los asilados en la embajada, la espera es eterna. Las noticias nos llegan a través del teléfono o de nuestros pocos contactos. Muchos de los que quedaron sienten que en cualquier momento simplemente van a entrar por ellos. Al fin y al cabo, al régimen parece importarle poco todas las acusaciones de incumplimiento del derecho internacional; su historieta conspiratoria parece no tener límites. De nada nos sirvió contactar a la secretaria de Vázquez Carrizosa. Ella nos prometió una cita, pero jamás nos dijo para qué año, ¡qué cosas! Pero hoy acordamos con Virginia una nueva estrategia[37].

 

Si bien la estrategia de desinformación llevada a cabo por los militares les ganó tiempo, no fue suficiente. La sólida posición de condena presentada por varias naciones y el Comité ProPaz dejó a la Junta con pocos amigos en la región. Colombia hizo parte de esta iniciativa y se unió al trabajo conjunto realizado por las redes de solidaridad. Tanto el Estado como la sociedad se pronunciaron en contra de las atrocidades que estaba cometiendo el régimen militar.

 

Tanto la gente de a pie como los más notorios políticos de cada partido se pronunciaron. Los diarios, los sindicatos y hasta las mismas paredes los apoyaron. El golpe probó que no todo el proyecto liderado por Allende había fracasado: la solidaridad entre los pueblos siguió latiendo. Los lazos que la Unidad Popular tejió en esos pocos años se transformaron no sólo en discursos formales, sino, más importante aún, en ayuda real y práctica para los perseguidos[38].

 

Entre la marea de cartas y ultimatums que llegaban de todo el continente para presionar la expedición de salvoconductos, las que abogaban por el caso de los asilados en la embajada colombiana parecían siempre perderse en los buzones del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. Livia y Virginia sabían que necesitaban una mano poderosa para sacar a los asilados de la embajada. Era un riesgo que el régimen decidiera que no valía la pena respetar la soberanía colombiana que protegía el terreno de la embajada. En cualquier momento podían entrar por ellos[39].

 

Las solicitudes de entrega de salvoconductos realizadas por los funcionarios de la representación colombiana recibían absurdas respuestas, repletas de eufemismos o excusas que mostraban el desdén del régimen por la diplomacia en general, y por el gobierno colombiano en particular.

 

A la diputada Carmen Lazo, por ejemplo, le negaron el salvoconducto porque, según la Junta, tenía un proceso pendiente por bigamia. Aún así, Livia y Virginia estaban decididas a poner la balanza de poder a favor de los asilados. Ellas sabían que el ministro colombiano era uno de los pocos personajes que contaba con el respeto necesario a nivel regional para hacer la diferencia.

 

[40]Mayo 28, 1974

 

El plantón que se inventó Virginia funcionó. Llevábamos varios días instaladas en la sala de espera del ministro con todos los cabros chicos y la guagua. Nadie se aguanta a los niños ajenos tanto tiempo, menos en manada, menos en la oficina de un ministro.  Nosotras no andábamos muy bien vestidas y los niños tampoco. Máximo no hacía más que llorar y las niñas correr, y todas esas cosas en la sala de espera ¡Que despelote!  Ayer  la secretaria finalmente nos dio la cita.

 

Hoy hablamos con Alfredo Vázquez Carrizosa. El ministro parece un hombre muy democrático, con aire como antiguo, una especie de Abraham Lincoln. Él está muy indignado con lo que está pasando en Chile. No paró de hacerme preguntas sobre la situación. Yo le conté sobre los asilados. Quedó muy preocupado. Tenemos otra cita con él para discutir qué acciones puede tomar Colombia para presionar a Pinochet. Vázquez Carrizosa parece ser un defensor del derecho de asilo[41].

 

Después de ese primer encuentro, Vázquez Carrizosa comenzó a compartir información con Livia y Virginia. Él sentía simpatía por la causa que estas dos mujeres representaban. Ellas encarnaban ese espíritu democrático que tanto le había admirado a la Unidad Popular.

 

La relación entre las dos exiliadas y Vázquez Carrizosa se estrechó rápidamente. Tal fue el caso, que el ministro puso a su disposición la valija diplomática para que se comunicaran con los asilados en la embajada colombiana en Santiago. La valija diplomática es básicamente una maleta destinada a llevar las comunicaciones entre un país y sus embajadas. El derecho internacional protege la confidencialidad de los documentos o elementos transportados allí. Digamos que la valija está autorizada para cargar secretos.

 

Con un canal de comunicación más seguro, Virginia y Livia tenían información de primera mano sobre la situación de los asilados y los demás perseguidos en Chile.  Para ese momento, Virginia había logrado despertar el interés por la causa chilena entre importantes periodistas y varios sectores políticos[42]

.

Octubre 27, 1974.

 

 

¡Es terrible! El embajador colombiano quiere entregar a Garretón a cambio de los salvoconductos para los demás asilados. De alguna manera la información se filtró y llegó a oídos del mismo Oscar. Él le acaba de contar por teléfono a Virginia. Virginia no ha parado de llorar por su esposo. Pero no podemos echarnos a la pena; el tiempo, más que nunca, es oro[43].

 

Otros exiliados recuerdan el terror con el que vivieron este episodio. En palabras del escritor Eduardo Labarca, quien todavía estaba en la embajada en ese momento, Oscar Garretón… 

 

“Entonces él consiguió autorización, no sé con qué pretexto, para llamarla a Colombia por el teléfono de la embajada y él va y le dice: “Virginia, me quieren entregar, el embajador está negociando mi entrega”.

 

Virginia comenzó a buscar apoyo entre sus contactos. Entre sus amigos en la prensa estaba Daniel Samper Pizano, quien trabajaba en el periódico El Tiempo, uno de los diarios más importantes de Colombia. Aunque no se podía corroborar en tan poco tiempo la veracidad de una información que en principio era confidencial, Samper le propuso a Virginia que escribiera una carta abierta al gobierno colombiano. Él la publicaría en el diario[44].

 

[45]A través de diversas informaciones de prensa he podido notar el desconocimiento general que priva en relación con la situación de los exiliados y asilados chilenos, tras la muerte del doctor Salvador Allende. Soy una asilada que, con mis tres niños de cinco, cuatro y dos años de edad, disfruta de la hospitalidad colombiana. Mi esposo, Oscar Guillermo Garretón, está asilado en la embajada desde comienzos de octubre. No obstante todas las gestiones realizadas, la cancillería de la Junta Militar que detenta el poder en mi país le ha negado el salvoconducto para salir de Chile, al igual que a 142 asilados más. Según propias declaraciones de la Junta Militar chilena, a estos 142 asilados se les mantiene en situación de “diferidos”, es decir, que sus correspondientes salvoconductos han sido retenidos sin justificación alguna, dándoles a las sedes diplomáticas el carácter de “cárceles doradas”.

 

En la Embajada de la República de Colombia se encuentran diez asilados “diferidos”, mi esposo entre ellos. Se ha producido ahora un hecho insólito y monstruoso: tengo informes fidedignos de que la cancillería chilena está tratando de ejercer presiones sobre la embajada colombiana, en el sentido de otorgar todos los salvoconductos a cambio de que mi esposo sea entregado a la fuerza represiva chilena. Esto, además de inaudito en la historia del derecho de asilo, constituye un chantaje contra Colombia, una ofensa a la hospitalidad de esta nación, una burla a la extraterritorialidad y soberanía de la representación diplomática de Colombia y un escarnio más a los Derechos Humanos[46]

 

La actuación de mi esposo en el gobierno del doctor Allende fue la de subsecretario de economía, actual diputado y secretario general del MAPU, partido de la Unidad Popular. Nuestra situación en la actualidad es desesperada, y aún más lo es la angustia y la indignación que tales maniobras nos producen. En todo ello no podemos sino confiar en el sentido de la justicia y la hidalguía de Colombia, cuya dignidad no puede ser atropellada con presiones destinadas a establecer un comercio de seres humanos. El reciente atropello contra el representante de Suecia, quien fue brutalmente agredido por agentes de policía chilena cuando, violando las más elementales normas del derecho internacional, secuestraron a una asilada uruguaya que estaba bajo su custodia hospitalizada, me da justificados motivos para temer la suerte de mi esposo y de los demás asilados, y me da la dimensión del salvaje irrespeto que del fuero diplomático tiene el actual gobierno de mi país.

 

Al hacer pública esta situación, lo hago en la seguridad de que el prestigio y el honor de Colombia, comprometidos en la seguridad de sus asilados, se mantendrán incólumes[47].

 

La carta de Virginia tuvo el efecto esperado: no entregaron a Garretón. Pero esta victoria momentánea no era suficiente para garantizar que él podría salir de Chile con vida[48].”

 

En el próximo episodio de Entre Américas, no se pierdan los detalles de cómo lograron escapar hacia Colombia Oscar Guillermo Garretón y los demás “peces gordos” a quienes el gobierno intentaba retener en Chile. Hizo falta mucha suerte, astucia y solidaridad para que uno de los  grupos más buscados por la Junta Militar chilena lograra sobrevivir.

 

 

[49] “La Solidaridad no se pinta de colores” es una obra derivada del trabajo de grado “En busca de una salida: la diplomacia colombiana frente al exilio chileno” de Edwan Gabriel Vera. Puede encontrar más información sobre esta investigación y sobre los recursos y archivos que se usaron en la construcción de este episodio en la descripción.

 

En la realización de esta episodio, el equipo de Entre Américas:

 

Edwan Gabriel Vera, investigador principal.

Paula Orozco-Espinel, editora general.

Paula Daniela Veloza, asesora legal.

Elizabeth León, diseñadora gráfica.

Javier Ricardo Ardila, productor general.

Marilyn León, productora ejecutiva.

 

Agradecemos el apoyo del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile, por darnos acceso a sus archivos y ayudarnos en la difusión de esta iniciativa.

 

En la construcción de este episodio, agradecemos la colaboración de Javiera Valenzuela Caiceo, quien nos compartió su voz para la lectura del diario ficcional de Livia Sepúlveda.

 

Asimismo, le damos las gracias a las y los artistas que permiten el uso de sus obras musicales. Su generosidad es esencial para la creación y acceso a nuevos contenidos culturales:

 

Perotá Chingó 

Pascuala Ilabaca y Fauna

Camilo Eque

Daniela Millaleo

El Árbol de Diego

Benjamín Walker

Evelyn Cornejo

Fundación Víctor Jara

 

En este episodio escuchamos las voces de Isabel Gonzalez y Andrés Ramírez. Isabel fue la ganadora del concurso que realizamos por redes sociales para seleccionar una voz invitada. Grabó el poema “Viaje al infierno” de Eduardo Galeano y también realizó la lectura de algunos fragmentos de la carta que Virginia Rodriguez publicó en el diario El Tiempo. Por su parte, Andrés dramatizó la voz del militar en el diálogo ficticio sobre los más buscados. A los dos gracias por compartir sus voces con nuestros oyentes.

 

Entre Américas es un proyecto de divulgación académica del Grupo de Investigación en Historia de las Relaciones Internacionales e Historia Transnacional de la Universidad Nacional de Colombia. Le damos las gracias a la profesora Gisela Cramer por abrir y promover espacios para que proyectos como este puedan florecer.

 

Hasta la próxima.

 

Recuerden, un episodio nuevo el 11 de cada mes.

 

Gracias por escucharnos.

 

 

 

 

 

 

[1] SmithGear. (2016, junio 8). Old Ringin Phone Sound. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=N2jZmXePKV0

[2] Free Sounds Effects. (2020, mayo 27). Phone Internal Ringing/Calling - Sound Effect. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=6lTO2svZoMA

[3]Berke Gökçe. (2019, febrero 21). Telephone Busy Signal Sound Effect - Free to Use. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=z_9QKuCKPdk

[4]Perotá Chingó. (2017). Toda Vida.  [Grabado Perotá Chingó] Aguas [CD. Álbum de estudio]. Argentina: TAI Records. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=CSvx2P_-fPc

[5] Hiroshi Yoshimura. (2006). Adelaide.  [Grabado Hiroshi Yoshimura] Flora 1987 [CD. Álbum de estudio]. Japón: Prem Promotion. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=j6n4FpHbqZs

[6] Pascuala Ilabaca y Fauna, Fredy Torrealba. (2018). El baile del Kkoyaruna.  [Grabado Pascuala Ilabaca y Fauna] El Mito de la Pérgola [CD. Álbum de estudio]. Chile: Petit Indie. Spotify. https://open.spotify.com/track/26W3Mj7o7VfOcin5Eqq9WG

[7] Pascuala Ilabaca y Fauna. (2018). Un Ángel.  [Grabado Pascuala Ilabaca y Fauna] El Mito de la Pérgola [CD. Álbum de estudio]. Chile: Petit Indie. Spotify. https://open.spotify.com/track/0UiWJKZZu9shbIAKyNjWed

[8] VIDRelaxin. (2020, diciembre 23). Writing Sound Effect. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=On3A9uwX4L4

[9] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Archivo Radial. (1973, septiembre 11). Golpe de Estado. Cadena Nacional, se anucia el golpe. [Sonido]. Archivo Radial.  https://archivoradial.museodelamemoria.cl/buscador_resultado.php?filtro=Golpe%20de%20Estado.%20Cadena%20nacional,%20se%20anuncia%20el%20go&tipo=3&registros=0#detalle1381

[10] Pascuala Ilabaca y Fauna. Un Ángel.

[11] Radio Bratislava Symphony Orchestra, Paulina Stark, Dennis Burkh . (2013). Bolero. Ravel Collection [Audio]. Spotify. https://open.spotify.com/track/2USHEANWnfla3aXjLeVacI

[12] Hiroshi Yoshimura. (2006). Flora.  [Grabado Hiroshi Yoshimura] Flora 1987 [CD. Álbum de estudio]. Japón: Prem Promotion. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=j6n4FpHbqZs

[13] Camilo Eque. (2020). Milagro.  [Grabado Camilo Eque] Purificar [CD. Álbum de estudio]. Chile: SCD. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=ZhlqbBXOTG8

[14] Hiroshi Yoshimura. (2006). Thick Tree.  [Grabado Hiroshi Yoshimura] Flora 1987 [CD. Álbum de estudio]. Japón: Prem Promotion. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=j6n4FpHbqZs 

[15] Daniela Millaleo. (2020). Canción del cautiverio.  [Grabado Daniela Millaleo] Nüngen: Zóologicos Humanos [CD. Álbum de estudio]. Chile: BeatMachinne. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=wfgQHOl1gXg

[16] Content Creator Sounds. (2020, mayo 11). Football / Sport Crowd Sound Effect (no copyright) FX. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=3IA3Y17Uz2Y

[17] Daniela Millaleo. Canción del Cautiverio.

[18] Hiroshi Yoshimura. (1993). Dawn.  [Grabado Hiroshi Yoshimura] Wet Land [CD. Álbum de estudio]. Japón: Eastworld. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=Z3m7HXeiHpg

[19] Hiroshi Yoshimura, Dawn.

[20] Sounds Effects Archive. (2016, agosto 17). Radio Static Sound Effect - Royalty Free. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=GTd6EmDHKoM

[21] Cloudy Sky 17. (2021, marzo 13). Typing Sound Effect Free for Editing. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=QmPtg-hQVfA

[22] El Árbol de Diego. (2016). Volcanes.  [Grabado El Árbol de Diego] El Despegue [CD. Álbum de estudio]. Chile: Limbo Music. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=4ZPj94urZgA

[23] Perotá Chingó. (2019). Flor de vida.- Perotá Chingó [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=KybvKxUwe6M

[24] Perotá Chingó, Flor de vida

[25] Hiroshi Yoshimura. (1993). Rain Dance.  [Grabado Hiroshi Yoshimura] Wet Land [CD. Álbum de estudio]. Japón: Eastworld. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=Z3m7HXeiHpg

[26] Hiroshi Yoshimura. (2006). Wind Echo.  [Grabado Hiroshi Yoshimura] Flora 1987 [CD. Álbum de estudio]. Japón: Eastworld. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=j6n4FpHbqZs 

[27] Los Bunkers. (2018, julio 29). El Necio [Video]. Youtube https://www.youtube.com/watch?v=iUQdnzR83i8; Evelyn Cornejo. (2019, marzo 23). Las leyes. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=Gd40ss50HpY

[28] Camilo Eque Ft Tata Barahona. (2020). Paz.  [Grabado Camilo Eque] Purificar [CD. Álbum de estudio]. Chile: Estudio Aplauso (Valdivia) y Estudio MadreSelva (Santiago). Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=wlvGSwgaoJk

[29] Camilo Eque. (2012). La Boca de la Inmensidad.  [Grabado Camilo Eque] Construcción [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=hGbMPcNmufM

[30] Perotá Chingó. (2011). Ríe Chinito - Perotá Chingó. [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=_aIuna5a8Dc

[31] El Árbol de Diego. (2016). Los caminos del alma.  [Grabado El Árbol de Diego] El Despegue [CD. Álbum de estudio]. Chile: Limbo Music. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=G3TpklVl2mA

[32]  Pascuala Ilabaca y Fauna. (2021). Al Compás Compañeras.  [Grabado Pascuala Ilabaca y Fauna] Amatoria [CD. Álbum de estudio]. Chile: Cooperativa Rueda. YouTube.https://www.youtube.com/watch?v=leMOu46--MY

[33] Camilo Eque (con Juanito Ayala). (2014). Denuncio.  [Grabado Camilo Eque y BarrioSur]  Matriz [CD. Álbum de estudio].Chile: MúsicaDelSur. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=wl1UqJIkYq8

[34] Camilo Eque. (2016). El Eslabón.  [Grabado Camilo Eque y BarrioSur]  Aurora [CD. Álbum de estudio].Chile: MúsicaDelSur. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=9za_wNg19Tg

[35] Camilo Eque. (2014). Vengo a ir.  [Grabado Camilo Eque y BarrioSur]  Matriz [CD. Álbum de estudio].Chile: MúsicaDelSur. Youtube.https://www.youtube.com/watch?v=FCCfc0V6X5I 

[36] Daniela Millaleo. (2015). Trafun.  [Grabado Daniela Millaleo] Trafun [CD. Álbum de estudio]. Chile:W Producciones. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=gxebTbGHtaA&list=OLAK5uy_mZgs8Sg2xP4sl6e6UctzYNyweiU4gmsJw

[37] Pascuala Ilabaca. (2020). Compañeras al compás. Amatoria. Chile.Youtube [Video]  https://www.youtube.com/watch?v=-OMrWearaRs

[38] Camilo Eque & La Bandada. (2012). De Ida.  [Grabado Camilo Eque] Construcción [CD. Álbum de estudio].Chile: MúsicaDelSur. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=aIRueRNio74

[39] Evelyn Cornejo, Las Leyes.

[40] Perotá Chingó. (2017. Julio, 31). Aguacero. [Video] YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=tNuO2-vlI9Y

[41] Camilo Eque & La Bandada. (2012). De Ida.  [Grabado Camilo Eque] Construcción [CD. Álbum de estudio].Chile: MúsicaDelSur. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=aIRueRNio74

[42] Perotá Chingó. (2017. Julio, 31). Aguacero. [Video] YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=tNuO2-vlI9Y

[43] Hiroshi Yoshimura. (1988). Umbrella [Grabado Hiroshi Yoshimura]. Static. [CD. Álbum de estudio]. Japón: Misawa Home. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=F6TRAYUUDcQ

[44] BerlinAtmospheres. (2013. Mayo, 22). Newspaper SOUND EFFECT - Reading Newspaper Flipping Newspaper SOUND. [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=1OA_hR2a7dI

[45] Hiroshi Yoshimura. (1988). Through the Window [Grabado Hiroshi Yoshimura]. Static. [CD. Álbum de estudio]. Japón: Misawa Home. https://www.youtube.com/watch?v=F6TRAYUUDcQ

[46] BerlinAtmospheres. (2013. Mayo, 22). Newspaper SOUND EFFECT - Reading Newspaper Flipping Newspaper SOUND. [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=1OA_hR2a7dI

 

[47] BerlinAtmospheres. (2013. Mayo, 22). Newspaper SOUND EFFECT - Reading Newspaper Flipping Newspaper SOUND. [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=1OA_hR2a7dI

[48] Camilo Eque & Barrio Sur. (2016). Encumbrar [Grabado Camilo Eque & Barrio Sur]. Aurora [CD. Álbum de estudio]. Chile: MúsicadelSur. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=v1-TxM8RsC4

[49] Evelyn Cornejo (2017). Ninguna parte [Grabado por Evelyn Cornejo]. La chusma inconsciente. [CD. Álbum de estudio]. Chile: Limbo Music. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=RfQYjrF_cS4

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