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Porque los oídos no entienden fronteras

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Episodio 3. Misión: llegar a la embajada

 

Hola, soy Paula Daniela, otra de las integrantes del equipo de Entre Américas. Hoy escucharán mi voz y las de Alejandro Pérez y Gabriel Vera.

Les doy la bienvenida al tercer episodio de la temporada “La solidaridad no se pinta de colores”. Como muchos de ustedes probablemente ya saben, Gabriel es el investigador principal de esta temporada. Ya que este proyecto nació de lo impactantes que encontramos algunas entrevistas realizadas por él, hoy quisimos arrancar con su voz. Les dejo para que lo escuchen reflexionar sobre su proceso investigativo, al son de una joven canción chilena…[1]

Pienso en cómo llegó después del golpe a la embajada colombiana cada una de las personas a las que entrevisté. Mientras reviso de nuevo los papeles, me pregunto sobre el sentido que pudo tener ese lugar físico: la embajada. No logré conseguir ninguna fotografía de la época. Busco en Google Maps con la dirección que me dieron los exiliados. Después de vagar, como un fantasma virtual, por las calles de una Santiago echa de retazos,[2] encuentro un edificio blanco, de solo dos pisos, de estilo republicano, pretencioso, con unas rejas bajas y un jardín amplio al frente. Según lo cuentan, atrás había un club de tenis,[3] y más de uno de los exiliados llegó allí después de saltar por sobre el muro de una de las canchas.[4]

Es 1973, ya murió Allende. Otros se esfuerzan por no sufrir la misma suerte.

Livia Sepúlveda mira temerosa a ambos lados de la calle. Sus pies duelen, sienten el peso del embarazo y un frío penetrante, extraño en esta temporada. La mano sudorosa de su hija la aprieta fuerte. Los nervios la nublan, no puede darse el lujo de doblar una esquina en vano. Ve a dos militares apostados cerca a la entrada. Respira profundo, cruza la calle, observa una puerta lateral, apresura el paso, se acerca y golpea.[5][6]

[Dramatización]

[Militar]: Livia Sepúlveda.

[Secretaria]: Nota: para Adonis Sepúlveda ver expediente reservado número [ruido de interferencia][7]; referencia: objetivo prioritario. Secretario Gral. del partido socialista y ex senador por la UP.

[Militar]: Descripción: hija de Adonis Sepúlveda. Ex-esposa de Luis Corvalán Lepe, detenido, ex senador y Secretario Gral. del Partido Comunista Chileno. Esposa de Ricardo, alias Máximo, Pincheira, militante socialista, asesor personal de Allende.

[Secretaria]: Nota: el suscrito fue capturado en operación Moneda y ajusticiado en juicio sumario.

[Militar]: Estudiante de psicología, madre de una menor de cuatro años y se encuentra en estado de embarazo. Delitos conocidos: militante del partido socialista,  conocedora  de información reservada sobre objetivos prioritarios. Ubicación: desconocida. Misión política: presión sobre su padre, Adonis Sepúlveda, objetivo prioritario.

[Secretaria]: Nota: en caso de hacer contacto con Adonis Sepúlveda, remitir inmediatamente al Servicio de Inteligencia Militar y proceder a interrogatorio estipulado con posibilidad de tratamiento físico.[8]

Enrique Dobry toma su decimotercer vaso de whisky desde que mataron a Allende.[9] Esta vez no es para olvidar, sino para llenarse de valor y llamar la calma. Por eso lo acompaña, además, de un valium. En el carro del cónsul no siente la velocidad ni se percata de las curvas, solo sabe que debe saltar del vehículo cuando se lo indiquen. En el cuerpo siente un espasmo de anticipación: la sensación de una bala que lo podría atravesar en los dos metros que lo separarán de la embajada.[10]

[Dramatización]

[Militar]: Enrique Dobry: objetivo prioritario.

[Secretaria: Se adjunta un resumen hecho por el agente especial del Servicio de Inteligencia Militar, para mayor referencia consultar el expediente IN EXTENSO, acceder con código [...].[11]

[Militar]: Cargo oficial: Jefe Nacional de Abastecimientos de la Dirección de Industria y Comercio. 

[Secretaria]: Nota: fachada como sub dirigente del ministerio, verdadero adoctrinador de las operaciones comunistas de la Dirección de Industria y Comercio. 

[Militar]: Alto conocimiento en política económica del antiguo régimen socialista; revisar contactos conocidos en la embajada de la Unión Soviética en Uruguay. Delitos políticos: vector clave en gobierno Allende, probable portador de documentación confidencial del ministerio de economía. 

[Secretaria]: Nota: probablemente porta consigo también vales del gobierno y dólares; en caso de allanamiento reportar los bienes de inmediato con el jefe de plaza. 

[Militar]: Ubicación: desconocida, se adjunta plano con referencias a casas de seguridad conocidas de la cúpula marxista de Allende. En caso de hallar al sujeto se declara vía libre para proceder con eliminación in situ; se recomienda capturar y proceder con medidas físicas antes de eliminación; toda información extraída debe ser reportada de inmediato al comando conjunto del Servicio de Inteligencia Militar.[12]

Carlos Gabler reúne sus pocas pertenencias en una maletita de lona por séptima vez en este mes; ya se iba quedando sin tías que lo acogieran.[13] Tal vez era hora de arriesgarse y solicitar un poco de ayuda divina. Antes de salir para la casa de su tía, la más católica, agarra de un manotazo el rosario que su madre siempre guardaba en el atril de la entrada. “Al diablo mi Marxismo” —dice para sí— mientras repasa de memoria el padre nuestro que le enseñaron en el liceo.[14]

[Dramatización]

[Militar]: Carlos Gabler: edad, 23 años. Descripción: tez oscura; cabello negro y crespo; barba. Sobrenombre: “El Negro” Gabler. Ex- secretario de Salvador Allende; individuo peligroso, probablemente armado. Periodo en funciones oficiales: tres meses. Periodo estimado en militancia: tres años.

[Secretaria]: Nota: Expediente conocido bajo catalogación como dirigente estudiantil; Miembro de la Juventud Socialista. Ver: expediente [...][15]

[Militar]: Mencionado como responsable en numerosas acciones delictivas relacionadas principalmente con propaganda política y explosivos tipo Vietnam. Información obtenida por interrogatorios a colaboradores cercanos.  

[Secretaria]: Nota: Revisar declaraciones obtenidas en Estadio Nacional; septiembre 11 a 20: expedientes [...][16] y subsiguientes.

[Militar]: Ubicación: Desconocida, presuntamente muerto.

[Secretaria]: Nota: se considera necesario continuar con su búsqueda, hasta corroborar.[17]

[Militar]: Agente especial del Servicio de Inteligencia Militar reporta que Livia Sepulveda, Enrique Dobry y Carlos Gabler tienen la posibilidad de vía de escape en la frontera con Argentina, embajada de Suiza, embajada de México y en embajada Colombia, se recomienda asignar agentes para vigilancia.[18]

[Cabezote]: Entre Américas, porque los oídos no entienden fronteras.[19]

Hoy[1] en Entre Américas: “Misión: llegar a la embajada”. Acompañaremos a Livia, Enrique y Carlos, tres exiliados chilenos que lograron llegar a la embajada de Colombia poco después del golpe de Estado de Pinochet. Piensen en el olor de los lugares donde su familia los puede esconder: los zapatos sucios, la humedad, la naftalina, las explosiones lejanas y las sirenas. ¿Cómo escapar a la tortura y a la muerte?[20]

Mis entrevistados hablan de cómo las posibilidades de asilo se van reduciendo. Rememoran las noticias de los muertos dejados en las veredas de la embajada de México, así como los cuerpos arrojados en los jardines de la embajada de Italia y el enfrentamiento entre los militares y el embajador de Suecia. Así me lo contaba Máximo Corvalán, nuestro testigo desde el vientre, como dijimos en el episodio pasado. Era Máximo quien habitaba la panza de Livia mientras ella intentaba llegar a la embajada colombiana. 

 

[Máximo Corvalán]: Y bueno, los militares violaban todos los tratados internacionales de las embajadas. Los militares entraban a las embajadas, disparaban desde adentro de las embajadas cuando ya estaba el toque de queda, para amedrentar además a la gente que se quisiera... que se iba a meter a la embajada.[21] 

 

Ante esta situación, muchos de los perseguidos por los militares comenzaron a hablar de un lugar menos conocido y que al parecer era seguro. Llegaron a considerar a la embajada colombiana como la mejor opción. Pero, ¿cómo entrar a la embajada colombiana?[22]

 

Las embajadas latinoamericanas suelen ocupar oscuras mansiones republicanas o circunspectos edificios de una arquitectura pretenciosamente moderna, casi siempre en barrios de alta categoría. Por alguna razón, guardan un silencio casi insolente, entre funeraria y casa clandestina de apuestas. Se equivoca Hollywood, que tanto esfuerzo ha hecho por darle a las embajadas latinoamericanas ese carácter de cuchitril ranchero, tan impropio de sus verdaderas características. En esto la embajada colombiana en Chile no se quedaba para nada atrás. Empotrada en las laderas del Cerro San Luis, atrapada entre un club de golf y una cancha de tenis, rodeada de calles amplias y solitarias, en una de las zonas más exclusivas del nororiente de Santiago. Era el lugar menos romántico y revolucionario, en una época romántica y revolucionaria. Pero gracias a eso, gracias a la cancha de tenis que daba al patio, por cuyas tapias se podía dar un salto silencioso a la salvación; gracias a las múltiples puertas laterales “del servicio”, tan propias de una cultura clasista, a través de las cuales uno podía escabullirse; gracias a eso, pudo ser un refugio para nuestros personajes: los exiliados.[23]

A menos de media hora del campo de concentración de Villa Grimaldi y a poco más de cien pasos de la Embajada de México, lograr entrar en la Embajada de Colombia era el primero de una larga lista de retos que enfrentaron algunos de los sobrevivientes al golpe de Estado. En los alrededores de la embajada y a lo largo de las amplias calzadas, los militares sostenían una vigilancia sin obstáculos. A estas alturas un tiro de gracia era casi un acto de piedad.

¿Por qué no visité la embajada de Colombia cuando estuve en Santiago? ¿Fue deliberado o algún miedo me alejaba de ese sitio? Es imposible. Realmente es imposible imaginar lo que pudo ser este lugar. Pero en ese momento, ¿qué pudo significar para esta gente? Creo que logro ver la puerta lateral, la “entrada del servicio”. Pero cómo imaginar que esta imagen pixelada de una pequeña puerta de rejas blancas fue en algún momento la luz al final del túnel.[24][25]

¿Cómo se entra a una embajada colombiana en medio de un Estado de sitio? Guía práctica en caso de golpe de Estado.[26]

¿Sabe usted dónde queda Colombia? ¿Sabe dónde queda su embajada en Santiago? ¿Sabe quién es el embajador? Si conoce la respuesta a estas preguntas, entonces ya sabe que este proceso no será nada fácil. Para eso les presentamos esta guía rápida que les ayudará a encontrar su camino al asilo:

¿Conoce a algún personaje influyente que sea amigo del embajador? Si la respuesta es sí, pase al punto 4. Si la respuesta es no, pase al siguiente punto.

Dos: ¿Es usted católico? ¿Conoce usted al Cardenal Silva Henríquez? Si la respuesta es sí, pase al punto 4, si la respuesta es no, pase al siguiente punto.

Tercero: ¿Conoce a alguien que ya esté dentro de la embajada y pueda hacer presión para que lo dejen entrar? Si la respuesta es sí, pase al siguiente punto. Si la respuesta es no, pase al final de esta guía.

Cuatro: ¿Es usted bueno para saltar de un carro a toda velocidad?

Quinto: Si no consigue un carro, entonces, ¿sabe cómo llegar caminando a la entrada del servicio en la embajada?

Incluso si cumple todos y cada uno de los puntos anteriores, algo puede salir mal, entonces asegúrese de rescatar cualquier rezago de espiritualidad que haya abandonado. Si cree en un dios, pídale protección y espere lo mejor. Si no, respire profundo. Todo terminará pronto.[27]

Mientras pienso en todas las concesiones que tuvieron que hacer, todas los desafíos que tuvieron que enfrentar los exiliados para conseguir un refugio, me llega una intuición sobre cómo vivieron ese momento. Una experiencia que les cambió la vida, en la práctica se resumió en las pequeñas miserias de la diplomacia, los tratos por debajo de la mesa, las cotidianas afrentas a la dignidad, las decisiones a último minuto, los pensamientos vagos sobre un país, sobre Colombia, del que no sabían casi nada, pero en el que estaban puestas todas sus esperanzas.

Creo que ahora entiendo lo que de verdad significa esa “Unidad Latinoamericana”; ese carácter tan provisional como infatigable de las alianzas que se crearon entre personas a las que solo las unía una lengua y un vago pasado colonial, con el único propósito de salvar la vida.[28]

El manualito que de manera un tanto irónica presentamos hace un momento era el patrimonio silencioso de los exiliados; el conocimiento tácito que todo opositor debe guardar y atesorar para un momento de emergencia. Sin embargo, en la vida real, cada persona tuvo que intentar diversas opciones; recorrer todos los caminos; llamar a todas las puertas. Ya les hablamos de Enrique Dobry, que en tanto era el mejor conectado, llegó en carro luego de compartir un par de whiskys finos con el vicecónsul. El contacto de Livia Sepúlveda, la que tenía una panza de ocho meses de embarazo y una niña de la mano, era el cocinero de la embajada, amigo personal de su papá. Y Carlos Gabler, joven revolucionario, había decidido usar una carta inesperada: el catolicismo de su madre. Tres personas, tres decisiones distintas, pero un sólo destino, la embajada colombiana en Santiago de Chile.[29]

Chilenos y extranjeros vivían con el temor de ser detenidos o asesinados en sus viviendas, en sus lugares de trabajo, inclusive en la calle. Para llegar a una embajada se requerían conexiones, ingenio y suerte.

Enrique Dobry, exfuncionario del ministerio de hacienda, tenía todas las credenciales para entrar a la embajada colombiana sin mayores obstáculos. Conocía personalmente al vicecónsul, Paul de Bedout, y fue de los primeros en hacer contacto personal con el embajador. Sin embargo, ni siquiera para los más poderosos todos los caminos llevaban a Roma.

[Enrique Dobry]: Yo empecé a llamar a ver a donde me iba, nadie se atrevía a alojarme y mi señora con mi hermana recurrieron al cónsul de Colombia porque los de la embajada de Colombia también recurrían a mi oficina cuando tenían alguna necesidad.[30]

Esa es la voz de Enrique. Como nos cuenta, él tenía los contactos, pero el embajador Fernández Renowitsky era renuente a aceptar asilados:

[Enrique Dobry]: No, a Fernández Renowitzky lo obligaron a abrir la puerta a los que se refugiaban en... incluso colombianos. Como ya le conté, que la mayoría eran colombianos, más que chilenos. Lo obligaron la Gloria Gaitán y esta doctora Uribe que era cónsul colombiana en Valparaíso. Osea, la presión fue muy fuerte.[31]

El nombre de Gloria Gaitán quizá les suene. Ella es la hija de Jorge Eliecer Gaitán, una figura política clave en la historia de Colombia. Para el momento del golpe, Gloria trabajaba como asistente de Allende y por ende su cabeza también estuvo en peligro. Luego de que viejos favores y conexiones poderosas le permitieron entrar a la embajada colombiana, ella luchó constantemente contra el embajador Fernández Renowitzky para que se abrieran las puertas a ciudadanos chilenos y colombianos perseguidos por los militares.[32]

Al principio solo pudieron entrar personas que podían ejercer algún tipo de presión política;[33] pero, entre más personas de este tipo entraban, era más factible que otras, con menos poder político, pero con igual riesgo de morir, pudieran entrar y refugiarse también.

Adonis Sepúlveda, una de las cabezas visibles del partido socialista, entró pronto. Ya había transitado por mil escondites. Fue gracias a la gestión de sus copartidarios, entre quienes había gente que conocía a los de la cocina de la embajada, que pudo poner pie en territorio colombiano.

Así, casi como si entrara a otro escondite más, sus compañeros lograron convencerlo de que entrara por la puerta trasera de la embajada, mientras los cocineros distraían a los militares. Así nos lo cuenta su nieto, Máximo, el habitante de la panza de Livia.

[Máximo Colvalán]: Para meter a mi abuelo se tuvo contacto con la gente que trabajaba en la cocina de la embajada, que tenía una puerta a parte de la entrada principal. La forma en cómo entran a mi abuelo, que mi abuelo era senador [...] lo fueron moviendo a muchas casas de seguridad, en ese entonces, en condiciones muy precarias, vivió en un entre techo, debajo de una escalera, en situaciones muy precarias y que no podían durar mucho tiempo porque las casas iban siendo allanadas a medida que pasaba por un lugar. Entonces hubo un momento en que no hubo donde dejarlo y se decidió, ¿no?, junto con la gente del partido, donde estaba mi mamá, asilarlo, sin que él supiera. Para eso se puso en contacto con la gente de la cocina de la embajada que distraían a los militares que estaban en la puerta y les llevaban café y pastelitos, ¿no?, entonces eso evitaba en el fondo, en ese momento, la ronda, ¿no? Ingresaban por la puerta de la cocina. En este caso mi abuelo, después mi madre con mi hermana.

De las personas que logramos entrevistar, casi todas tuvieron que entrar a escondidas por la puerta de atrás, literalmente, la que usaba el servicio. Así tuvo que hacerlo también Livia Sepúlveda, quien después de mil conversaciones, aplazamientos y prevenciones, logró reunirse con su padre.[34]

Este episodio de la vida de Livia y Máximo se cuenta casi como una combinación entre novela policiaca y comedia política. Las vidas de Livia y Máximo estaban en peligro, precisamente, porque sabían cómo y a dónde había escapado Adonis Sepúlveda. A diferencia de los otros, Livia llegó caminando, casi como si estuviera de paso o fuera una empleada más de una embajada. Por dentro, sin embargo, Livia temía que la identificaran y la detuvieran. Si así hubiera sido, probablemente nunca hubiéramos escuchado esta historia en su voz.

[Livia Sepúlveda]: En esa embajada se podía hablar por teléfono. Mi padre me hablaba por teléfono y acordamos una hora de que yo iba a entrar. Y bueno, la idea era que yo caminara por la acera desde la embajada de México con mi niña y una mochila grande que llevaba con las cosas. Y cuando llegara debía pasar por la puerta de salida de los sirvientes, tenía que empujar y ahí me iban a estar esperando, pero no alcancé a empujar porque abrieron la puerta, y ahí estaban los asilados que me estaban esperando. Había mucha gente, como unas sesenta personas. No tengo idea, no me acuerdo, quiénes estaban ahí.[35]

Una vez adentro, igual que lo venía haciendo Gloria Gaitán, Livia también presionó para que se recibiera a más exiliados. Ya en Bogotá, su persistencia y negativa a quedarse de brazos cruzados cuando las puertas se cerraban ante ella, le ganó a Livia el apoyo de un importante político colombiano: Alfredo Vázquez Carrizosa. A Vázquez Carrizosa lo podríamos describir como lo más progresista del Partido Conservador. En ese momento él era ministro de Relaciones Exteriores en Colombia.[36]

Tan importante como esta presión terrenal, fue la presión “espiritual” del cardenal Silva Henriquez.[37] El carácter “devoto” del embajador Renowitzky le hacía imposible negarle un favor al más alto prelado católico del país, y, por esta vía, más de uno de los refugiados, algunos incluso ateos, pudieron entrar con la venia cardenal. Ese fue el caso de Carlos Gabler.

[Carlos Gabler]: Entonces mi madre fue a hablar con la Madre Superiora de esa congregación, que se llamaba María Auxiliadora. Ella le dijo “aquí tenemos que hablarle al cardenal”. El cardenal dijo “ok, háblenle al embajador colombiano que es un hombre muy devoto” [risas]. Entonces le hablaron al embajador colombiano y el embajador colombiano le dijo al cónsul “comuníquese con esta familia y organice que entre este tipo”.[38]

El cardenal al que hace referencia Carlos es Raúl Silva Enriquez, quien desde el lugar de poder que le otorgaba su posición en la jerarquía católica, fue un acérrimo opositor de Pinochet.

En realidad, todo el entramado que permitió que Enrique, Livia y Carlos se asilaran, y en últimas sobrevivieran, no es más que un reflejo pálido, un último aliento del proyecto político continental de Allende. Una alianza entre la izquierda, la iglesia católica, y los sectores de derecha que hicieron respetar el derecho de asilo, para salvar las vidas de unas cuantas personas, cuyo único delito era haber soñado con una América Latina soberana y con justicia social.[39]

Más allá de estos grandes sueños, en la vida real las peores pesadillas se concretaron luego del golpe de Estado. De hecho, en la voz del mismísimo Enrique, los momentos antes de su llegada a la embajada suenan como un auténtico thriller:

[Enrique Dobry]: Entonces yo me fui a un apartamento de un pariente, de un tío que vivía solo, en las Torres de San Borja. Ahí estuve 28 días encerrado. Ni siquiera mi señora ni nadie de la familia tenía idea de donde andaba. Habían puesto precio por mi cabeza, incluso pusieron afiches ofreciendo recompensa al que diera información de donde yo estaba. Mi destino era la muerte no más; la tortura, la muerte. Ya de ahí se hacía insostenible permanecer en el lugar, porque al frente se instaló Pinochet.[40]

Estas posibilidades le estaban respirando en la nuca.

[Enrique Dobry]: En el lugar donde yo estaba escondido nos allanaron los militares dos veces, para mi era el fin.[41]

 

En el segundo allanamiento, por azar, por que se alinearon los astros, o por lo que cada quien quiera creer, los militares no lo detuvieron. Sin embargo, se quedaron con una advertencia muy clara de que no habría una próxima vez. Así, Enrique decidió que ya no había otra opción que la Embajada de Colombia. 

 

[Enrique Dobry]: Entonces mi señora me fue a buscar al edificio, se vistió lo más elegante posible y se puso aros por todas partes. Y, como yo le decía, yo tenía una muy buena situación económica. Yo tenía autos; no auto; yo tenía varios autos. Entonces ella llegó en un Fiat blanco, último modelo, ella manejando. Lo estacionó. Yo sí divisé el auto y bajé tranquilamente por el ascensor, pero yo estaba vestido, y parecía una persona de … acomodada. Pase entre los soldados, la torre tiene cien apartamentos por lo menos. Me subí al auto, en la parte de adelante, y le dije a mi señora “vámonos a la casa del cónsul, la casa-habitación del cónsul... pero anda manejando muy lento; como si no pasara nada; como si fuera esto un paseo; porque si vamos a 60 km/h levantamos sospecha.[42]

 

En ese carro se dirigieron a donde el cónsul Paul de Bedout y cuando llegaron él mismo les dijo que la entrada a la embajada colombiana no iba a ser tan sencilla.[43]

 

[Enrique Dobry]: Bueno, el cónsul dijo “esperemos un rato que oscurezca, porque va a tener que entrar por la puerta del servicio. Ya están advertidos, tenemos que cumplir con la hora. Va a haber una persona que va a abrir la puerta en el momento en que lleguemos. Y no vamos a ir en un vehículo diplomático, sino en el que yo uso para ir al mercado, que era un Volkswagen, común y corriente, y yo lo voy a subir en la vereda [...]”.[44]

 

Ese era el plan, montar el carro a la vereda, al andén. 

 

[Enrique Dobry]: entonces el cónsul tenía todo sincronizado. Me dijo “esperemos un rato, más o menos hacia las 6 de la tarde, que esté más oscuro, para que no se note tanto”. Y además yo estaba vestido de color oscuro.[45]

 

Para el cónsul fue imposible no notar que Enrique estaba realmente muy nervioso. Le dijo:

 

[Enrique Dobry]: “Pero yo lo noto a usted muy nervioso y usted tiene que saltar del auto y aprovechar que abren la puerta y la cierran. Pero usted está muy nervioso. Y si disparan los militares, pues, nos disparan a los dos. Dentro de la residencia estamos en territorio colombiano pero afuera no”.[46]

 

Entonces a Enrique le tocó intentar apagar los nervios.

 

[Enrique Dobry]: Entonces yo me tomé una pastilla, un valium, para tranquilizarme, pero yo seguía temblando. Entonces este destapó una botella de whisky y no la tomamos entre los dos. Ahí ya estaba relajado, osea no me importaba nada. “Entonces ahora sí nos vamos”. Y efectivamente fue así. Abrieron la puerta, yo salté, cerraron la puerta y estaba el embajador esperándonos con una copa de champaña, dándonos la bienvenida. Y entramos y ahora, acomodese como pueda. Habían doscientas personas, doscientas cincuenta. Eso estaba repleto, repleto. Así entré a la embajada.[47][48]

Finalmente, la historia de cómo llegó Carlos Gabler a la embajada involucra también al cónsul, con quien Carlos convivió algunos días antes de que éste pudieran encontrar una forma de entrarlo sin ser advertidos por los militares. Al final, Carlos entró por la puerta del servicio, igual que Enrique. Pero hubo una diferencia entre los dos casos. Contrario a Enrique, Carlos no tuvo que saltar de un carro en movimiento.

[Carlos Gabler]: Entonces, el cónsul me llevó en su carro y me recogió en un punto, un día como a las once de la mañana; un día del día domingo, no me acuerdo bien. Este me llevó y me dijo “yo voy a parar el carro fuera, usted va a mirar y allí hay una vegetación. Pero entre en medio de la vegetación va a ver que hay una puerta pequeña de metal. Usted se baja del carro, camina, camina tres metros, cuatro metros, y empuja la puerta. Va a estar abierta a usted. Y así fue.[49][50]

Con diferentes estrategias, Livia, Enrique y Carlos se sumaron a las más de doscientas personas que pudieron poner sus dos pies dentro de la embajada colombiana y salvarse así de las garras del régimen militar. Pero... entrar a la embajada sería tan solo el comienzo. Una vez adentro, la pregunta era ¿cómo salir? No se puede quedar uno encerrado para siempre en una mansión republicana, ¿no?

No, y mucho menos en las condiciones en las que estaba la embajada colombiana.[51] El lugar se encontraba bajo la mira de los militares, justamente porque allí había hombres y mujeres que eran asilados políticos. Para que estos asilados pudieran salir de Chile, se requería que la junta militar expidiera un salvoconducto a nombre de cada persona. Prolongar indefinidamente la entrega de estos salvoconductos fue la última carta bajo la manga que tuvieron los militares.

Para dilatar la expedición de los salvoconductos, la junta militar argumentó que se debía controlar cuidadosamente la salida de personas sindicadas de “conductas criminales”, como ellos decían para referirse a gente cuyo mayor delito había sido simplemente creer en el proyecto político de Allende. Con las demoras, lo que los militares buscaban era desgastar a los perseguidos. A estas personas la dictadura les condenó a la incertidumbre.

Ante la incertidumbre, todas las esperanzas quedaban puestas en los funcionarios diplomáticos que debían conseguir los pases de salida. Los valiosos salvoconductos.[52]

Los diplomáticos se encargaron de coordinar el traslado fuera de Chile de las personas que estaban dentro de la embajada. Aún hoy, los esfuerzos que hicieron estos funcionarios se encuentran dentro de los grandes hitos de cooperación de la historia Latinoamericana. Gracias a ellos miles de vidas fueron salvadas. La primera vez que fui al archivo, no esperaba encontrarme con una historia tan viva, tan importante y conmovedora.

Mientras los diplomáticos negociaban con los militares, la espera para quienes estaban dentro de las “cárceles doradas”, como les decían a las embajadas, se hizo cada vez más insoportable.[53] Adentro sabían muy bien de las amenazas y, en algunos casos, de las torturas que estaban sufriendo sus amigos y familiares afuera. Cada noche, al comenzar el toque de queda, los sonidos de las balas y de las sirenas de las patrullas atormentaban a los oídos de Livia, Enrique, Carlos y de muchos otros más, tanto asilados como funcionarios. 

 

No se pierdan el próximo capítulo: “La vida en la embajada”.[54]   

 

“La solidaridad no se pinta de colores” es una obra derivada del trabajo de grado “En busca de una salida: la diplomacia colombiana frente al exilio chileno” de Edwan Gabriel Vera.[55] Puede encontrar más información sobre esta investigación y sobre los recursos y archivos que se usaron en la construcción de este episodio en la descripción.

 

En la realización de esta episodio, el equipo de Entre Américas:

 

Edwan Gabriel Vera, investigador principal.

Paula Orozco-Espinel, editora general.

Alejandro Pérez Rubiano, redactor.

Paula Daniela Veloza, asesora legal.

Elizabeth León, diseñadora gráfica.

Javier Ricardo Ardila, productor general.

Marilyn León, productora ejecutiva.

 

Le agradecemos a Alejandro Pérez Rubiano sus valiosos aportes a nuestro equipo. A partir de este episodio él no nos acompañará más en Entre Américas. Le deseamos la mejor de las suertes en sus futuros proyectos y esperamos que nuestros caminos se puedan cruzar pronto de nuevo.

 

También queremos agradecer el apoyo del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile, por darnos acceso a sus archivos y ayudarnos en la difusión de esta iniciativa.

 

Asimismo, le damos un especial agradecimiento a las y los artistas que permiten el uso de sus obras musicales en la producción de Entre Américas. Su trabajo es esencial en la creación y acceso a nuevos contenidos culturales:

 

Camilo Eque

Evelyn Cornejo

Daniela Millaleo

Fundación Víctor Jara

El árbol de Diego

Manuel García

Las Magdalenas

Los Bunkers

 

En el episodio de hoy escuchamos las voces de Nayeli Andrade y Andrés Ramírez, quienes hicieron la dramatización de la conversación ficticia entre un militar y una secretaria. Muchas gracias Nayeli y Andrés por su amable colaboración.

 

Entre Américas es un proyecto de divulgación académica del Grupo de Investigación en Historia de las Relaciones Internacionales e Historia Transnacional de la Universidad Nacional de Colombia. Le damos las gracias a la profesora Gisela Cramer por abrir y promover espacios para que proyectos como este puedan florecer.

 

Hasta la próxima.

 

Recuerden, un episodio nuevo el 11 de cada mes.

 

Gracias por escucharnos.

 

[1] El árbol de Diego. (2019, noviembre 8). Hay tanta luz.  [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=_zLBX-8xvP0

[2] Musica & Sounds Effect Library. (2019, mayo 16). Mouse click sound effect free copyright. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=fVblvdRT76E

[3] Ultimate Free Sound Effects Channel. (2018, julio 18). FREE SOUND EFFECT - TENNIS BALL BEING HIT [NO COPYRIGHT]. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=iTUxWFEmadg

[4] Cohete Negro. (2019, marzo 28). Evelyn Cornejo - Las Golondrinas (Sesiones Nómadas). [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=kIeReuxkx9Y

[5] BerlinAtmospheres. (2012, julio 13). SOUND EFFECT - Knock on the Door - SOUND. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=deJDIfS0Psk

[6] Nagaty Studio - Sound Effects. (2020, diciembre, 9). Walkie Talkie sound effect no copyright | Police Radio Chatter | HQ. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=RyXW6G67U-I

[7] Sound Effects Archive. (2016, agosto 17). Radio Static Sound Effect - Royalty Free. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=GTd6EmDHKoM

[8] Nagaty Studio - Sound Effects. 2020.

[9] Jerusalem String Quartet. (2020, marzo 29). String Quartet No. 1 in E Minor ‘From My Life’: I. Allegro vivo appassionato. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=uDnk0rDXeOQ

[10] Nagaty Studio - Sound Effects. 2020.

[11] Sound Effects Archive. 2016.

[12] Nagaty Studio - Sound Effects. 2020.

[13] Nicorobokun. (2016, diciembre 14). Hildegard von Bingen - Voice of the Blood. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=BS28jyW1bLY

[14] Nagaty Studio - Sound Effects. 2020.

[15] Sound Effects Archive. 2016.

[16]  Sound Effects Archive. 2016.

[17]  Nagaty Studio - Sound Effects. 2020.

[18] Termino Rimkus. (2016, septiembre 22). Police siren sound effect 2. [Video] Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=Ktxf6ONhgj8

[19] Agustín Bardi (1926). Gallo Ciego. [Interpretada por John Goodrick, 2020]. Grabación independiente donada por el intérprete a Entre Américas Podcast.

[20] Camilo Eque. (2014, octubre 13). Ego - Camilo Eque y BarrioSur. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=FAINjOSvPkI

[21] Corvalán Pincheira, Máximo. (2021, marzo 4). Entrevista con Gabriel Vera Mendoza. [Entrevista personal]. Propiedad del autor.

[22] El árbol de Diego. (2019). Hay tanta luz.

[23] Daniela Millaleo. (2016, diciembre, 8). Daniela Millaleo - Escape. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=Yknn92d_QJM

[24] n Beats. (2014, diciembre 2). Radio Tuning Sound Effect [ HD ]. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=b2qShK5lZOs

[25] Manugarpez. (2021, marzo 28). Manuel García - Tu voz de agua clara. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=acsqbVUrddw

[26] Jerusalem String Quartet. 2020.

[27] Manugarpez. (2021, marzo 18). La Flor del Horror. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=7lL19nxZBU0

[28] Camilo Eque. (2014, septiembre 22). Denuncio (con Juanito Ayala) - Camilo Eque y BarrioSur. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=wl1UqJIkYq8

[29] Evelyn Cornejo. (2019, marzo 23). Las leyes. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=Gd40ss50HpY

[30] Dobry Berggrun, Enrique. (2019, septiembre 17). Entrevista con Gabriel Vera Mendoza. [Entrevista personal]. Propiedad del autor.

[31] Dobry. ¿2019?

[32] Sebastian andres acuña rojas. (2011, diciembre, 16). Los Bunkers junto a Manuel García “ Al final de este viaje en la vida “ Documental Sonar 2011. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=wPOSXgH5OOA

[33] Evelyn Cornejo. 2019. Las leyes.

[34] Manuel García. (2021, marzo 18). La Vasija [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=E6v4sbpu_OM

[35] Sepúlveda, Livia. (2019, mayo 16). Entrevista con Gabriel Vera Mendoza. [Entrevista personal]. Propiedad del autor.

[36] Jerusalem String Quartet. 2020.

[37] Nicorobokun. 2016.

[38] Gabler, Carlos. (2019, agosto 28). Entrevista con Gabriel Vera Mendoza. [Entrevista personal]. Propiedad del autor.

[39] Evelyn Cornejo (2020, junio 8) La Huelga [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=o35QfeOyZsE

[40] Dobry. ¿2019?

[41] Dobry. ¿2019?

[42] Dobry. ¿2019?

[43] El árbol de Diego. (2016, marzo 15). El árbol de Diego - Sacrificio. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=i0DDly0JLuE

[44] Dobry. ¿2019?

[45] Dobry. ¿2019?

[46] Dobry. ¿2019?

[47] Dobry. ¿2019?

[48] Daniela Millaleo. (2020, febrero 5). Canción del cautiverio [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=wfgQHOl1gXg 

[49] Gabler. 2019.

[50] Camilo Eque. (2013, octubre 19 ). Llévense [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=crP8CeckBCM

[51] Las Magdalenas. (2019, marzo 26). Canción de Otoño [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=MbW7zb7PnmI

[52] Manuel García (2021, marzo 3). La nueva canción de la trova [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=pF1WPM6M5kY 

[53] Manuel García 2021.. La nueva canción de la trova.

[54] Evelyn Cornejo (2017, septiembre 28). La Chusma Inconsciente  [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=7Tcs0ClHkTU&list=TLPQMjgwNTIwMjHHODBMOgBIMg&index=6

[55] Sddaaabbbiii88. (2010, junio 26). Inti Illimani - Carnavalito de la quebrada de Huamahuaca. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=8WxPIJ46NyA

Este es el párrafo que estaba confundido. Habría que revisar en el audio final que haya quedado bien.

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