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Porque los oídos no entienden fronteras

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Les habla Maria Paula Orozco Espinel, durante este mes les compartí el audio del “medio litro de leche” en redes sociales. En este episodio seguirán escuchando mi voz y las voces de Javier Ricardo Ardila y Marilyn León. Continuando con nuestra temporada sobre el exilio chileno, hoy vamos a hablar sobre el golpe de Estado de 1973. Para empezar, los dejo con Marilyn que va a contarles una historia que parece sacada de una novela de ciencia ficción, el proyecto West Ford.[1]

 

El 9 de mayo de 1963, millones de agujas de cobre del grosor de un cabello humano fueron lanzadas al espacio en el tercer intento de Estados Unidos por construir un anillo flotante alrededor del globo terráqueo. Tanto este país como la Unión Soviética intentaban con desespero encontrar una forma segura y rápida para enviar mensajes de un continente a otro. Hasta ese momento, todas las comunicaciones se hacían a través de cables interoceánicos, también de cobre, susceptibles de ser interceptados o cortados por el enemigo. Así, esos 480 millones de agujas de cobre estaban destinados a convertirse en una línea directa entre Estados Unidos y sus aliados, lejos, muy lejos en el frente. El anillo funcionó por algunos años, sin embargo, con el tiempo éste comenzó a desintegrarse. Algunas agujas entraron en la tierra, otras simplemente se convirtieron en basura espacial.[2]

 

[Explosión]

 

Para este proyecto tan ambicioso se necesitaban materiales y el cobre no es algo que se cree de la noche a la mañana. Los yacimientos de cobre son resultado de procesos geológicos ocurridos hace unos 145 millones de años, en los que interactuaron el magma con el agua en la corteza terrestre. Muchos de estos yacimientos se encuentran en los límites de las placas tectónicas, como por ejemplo la región del Cinturón de Fuego del Pacifico, donde está ubicado Chile. Aunque la explotación del cobre fue una industria modesta durante el periodo colonial, el cobre se transformó en uno de los principales productos de exportación chilena desde mediados del siglo XIX. Pocas décadas después, el mundo necesitaba aún más cobre.[3]

 

[Cabezote] Entre Américas: porque los oídos no entienden fronteras.[4]

 

El cobre era, y sigue siendo, un recurso estratégico, no sólo para la construcción de cohetes y anillos espaciales, sino para la fabricación de armas, instalaciones eléctricas y líneas de comunicación. Por este motivo, el control sobre las minas se convirtió en un asunto de vital importancia.[5]

 

Desde las primeras décadas del siglo XX, numerosas empresas norteamericanas visitaron Chile en busca de los yacimientos más importantes y fundaron empresas, como la Braden Copper Company, la Chile Exploration Company o el Consorcio Kennecott, otras simplemente se establecieron en el país para asegurar el acceso a este recurso, como la International Telephone & Telegraph (ITT), una compañía estadounidense dedicada a la fabricación de componentes aeroespaciales, de telecomunicaciones, energía y transporte, que, entre otras cosas, estuvo directamente implicada en los esfuerzos de Estados Unidos para impedir que Salvador Allende subiera a la presidencia.

 

Con la riqueza suficiente para alimentar un país entero, la mayor parte de los dividendos del cobre escaparon hacia los Estados Unidos, en tanto unas cuantas familias chilenas acumulaban fortunas exorbitantes por permitir este flujo de capitales.

 

Durante la década del sesenta, mientras Allende perdía dos veces seguidas las elecciones, Chile exportaba a Estados Unidos tanto cobre como para vaciar una montaña. Esa masa inmensa de metal viajó en barco a las refinerías en los puertos industriales del norte, donde ese metal mágico danza hasta transformarse en delgadas líneas trenzadas como hilos.[6]

 

Convertidos en cables, los hilos de cobre hacen el viaje de vuelta, y se entierran en los suelos de Santiago. En los suelos de Chile. De hecho, en los suelos y océanos del mundo:

a través de ellos habla, literalmente, la humanidad.[7]

 

Pero para los chilenos que picaron, que sudaron, sangraron y lloraron, que extrajeron y cuidaron durante décadas el preciado metal, no hubo ni una mínima parte de los recursos y ventajas que las multinacionales sacaron. Toda esa riqueza siempre iba a engrosar los bolsillos de lejanos y oscuros capitalistas, o simplemente se convertía en las rentas que alimentaban la opulencia de las élites locales.[8]

 

Y, ¿es que acaso el cobre tiene dueño?

 

Desde entonces los beneficios de la explotación minera pasaron a financiar reformas sociales sin precedentes en el país austral.[9]

 

[Locutor] Nos encontramos en el gran comedor del Palacio de La Moneda. Dónde el presidente de la república, doctor Salvador Allende Gossens, ha de proceder en unos minutos más, a firmar el decreto de promulgación de la reforma constitucional que permite la nacionalización del cobre. Esta ceremonia que marca el cumplimiento de uno de los puntos básicos del programa de gobierno popular [...].[10]

 

Pero este cambio en el balance de fuerzas propició un profundo descontento. Los antiguos señores del cobre no estaban dispuestos  a renunciar a sus privilegios y unieron fuerzas con el gobierno de los Estados Unidos para financiar acerbas campañas de desprestigio político y un infatigable saboteo económico.[11]

 

[Entrevistado] ya todo el mundo se percató desde el primer momento de que la cosa venía pesada y ya no había, no había forma de enfrentar en buena forma a los militares.[12]

 

En medio de un estado crítico de polarización, la Unidad Popular propuso ceder el poder a cambio de una transición pacífica en 1973.

 

Pero el gobierno de Salvador Allende no contaba con que los militares ya habían llamado a la Casa Blanca y habían pactado devolverle el “sueldo de Chile” a sus antiguos beneficiarios; esta vez por la vía de las armas.[13]

 

La siguiente es la voz de Enrique Dobry. El día del golpe él era un alto funcionario en el gobierno de la Unidad Popular:

 

[Enrique Dobry] En primer lugar, aunque estábamos en antecedente de que sí iba a haber un Golpe, nunca pensamos que iba a ser tan cruento. [Pensamos] que simplemente, y así estaba programado, el Presidente iba a renunciar el jueves 13 [de septiembre de 1973]; él por cadena nacional de televisión, y radio y todos los medios, iba a llamar a un plebiscito e iba a poner su cargo a disposición, y el que ganara el plebiscito, pues sería el presidente.

 

En 1973, mientras en el vientre de Chile duerme la furia de un metal mágico, en el vientre de Livia Sepúlveda palpita Máximo Corvalán Pincheira, hoy, artista e investigador; hijo de exiliados, a quien podemos llamar artesano del recuerdo o  testigo desde el vientre.[14]

 

[Máximo Corvalán] El día del golpe de Estado mi mamá estaba durmiendo y recibe una llamada

 

Esa es la voz de Máximo. Ricardo Pincheira, su padre, era amigo y asesor cercano de Allende; además, era el jefe del sistema de protección presidencial. El día del Golpe salió hacia La Moneda para nunca volver.

 

[Máximo Corvalán] Recibe como a las cinco de la mañana una llamada diciéndole que empezaron algunos movimientos, y él se va a reunir con el Partido Socialista, en donde decide ir a La Moneda, digamos, a informar y un poco a transmitir por radio, y a empezar a tratar de movilizar al Ejército que no estaba adherido a este golpe de Estado.

 

Hoy las obras de Máximo Corvalán reposan en las colecciones de varios museos; esculturas de luz y tierra que hablan de un destino filtrado por la huída.[15]

 

[Locutor] Las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile declaran: primero, que el señor presidente de la República debe proceder a la inmediata entrega de su alto cargo a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile; segundo, que las Fuerzas Armadas y el cuerpo de Carabineros de Chile están unidos [...].[16]

 

En las semanas antes del golpe Allende ya tenía una idea de lo que se venía, pero parecía estar calmado. Tan solo nueve días antes le dijo a su familia que él estaba preparado para morir. Unos días más tarde, en presencia de su grupo de colaboradores más cercanos, dijo que había vivido una vida buena y larga. Y, temiendo solo por los jóvenes que quedarían trás de él, describió cuál sería su plan en caso de un Golpe: se dirigiría inmediatamente a La Moneda, el palacio presidencial chileno; pondría todas sus esperanzas en que los militares respetarían el peso simbólico de este recinto; y si, ese no era el caso, antes de renunciar a sus ideales democráticos y entregar el cargo, se suicidaría usando la AK-47 que, con muchas reservas, había recibido de Fidel Castro.[17]

 

¡Camarada Salvador Allende! ¡Presente!

¡Camarada Salvador Allende! ¡Presente!

¡Ahora y Siempre![18]

 

 

Pero un momento, volvamos de nuevo a la mañana del Golpe para tener una imagen clara de la magnitud del ataque desplegado por los militares.

 

El reloj de los militares marcó las 7 de la mañana del 11 de septiembre de 1973. Desde la línea de horizonte del Océano Pacífico, los buques se dirigieron a Valparaíso. Una vez en tierra, las fuerzas militares avanzaron sobre la costa y tomaron el control de la ciudad. A lo lejos, cuatro buques estadounidenses vigilan las acciones desde altamar. A las 8:42 de la mañana, la Junta Militar exigió al presidente su renuncia inmediata. Allende se negó, inflexible. De hecho, en su última alocución pública, dijo:[19]

 

[Salvador Allende] Sólo me cabe decirle a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen… ni con la fuerza.[20]

 

Desconcertados, los ciudadanos de Santiago vieron sobrevolar aviones militares sobre el Palacio de la Moneda, a la vez que tanques tomaban posición en el perímetro. A las 11:50 se dio la orden de bombardeo.

 

[Locutor] Desde hace algunos unos minutos, señores auditores, La Moneda, sede del Palacio Presidencial, se encuentra rodeado de tanques y de militares que han preferido no identificarse ante este reportero y al mismo tiempo corresponsal militar que les está hablando. La situación que se vive en este momento en los alrededores de La Moneda es la siguiente [...]. [21]

 

[Máximo Corvalán] Lo que no se cuenta mucho es que todo un batallón, más la Fuerza Aérea, estaba bombardeando, estaba atacando La Moneda, en ese entonces, sólo apoyado por la Intendencia. Estamos hablando de una cantidad bastante grande, ¿no?, estaba todo el Regimiento Bulnes atacando La Moneda. Y no pudieron. No pudieron vencerlos, digamos, no. Es solo cuando Allende de alguna manera hace un trato con los militares, cuando mandó decir “ok, nos rendimos, pero todos de alguna manera se salvan”... también peca de ingenuidad [porque] entiendo que no hay avenencia de todos, ¿no?. Nadie quería salir de ahí [...].

 

[Máximo Corvalán] Pero la situación dentro de La Moneda era bastante grave, porque una cosa era morir baleado y otra cosa era morir quemado, bombardeado, ¿no? Contaban las personas que estaban adentro que cuando caían las bombas se levantaban, estaba todo el piso y se levantaban más o menos  un metro desde el suelo.

 

[Máximo Corvalán] Muy complejo, todos ahogándose por las bombas lacrimógenas y por el incendio de La Moneda. Entonces Allende decide en el fondo hacer la rendición, y decide no entregarse, también, que es de valorar.

 

[Locutor] El público arrancaba con desesperación en búsqueda del sitio donde estaban las unidades armadas.[22]

 

Aunque lo ocurrido el 11 de septiembre de 1973 marcó el punto de no retorno para América Latina, la verdad es que esta desmedida respuesta militar con la que se pisotearon los sueños de justicia social del pueblo chileno, estuvo lejos de ser un caso aislado. Desde mediados de la década de 1960, una violenta ola contrarrevolucionaria venía expandiéndose por la región bajo el auspicio de los Estados Unidos y de las dictaduras militares que se estaban creando en Brasil y Bolivia.[23]

 

Desde las playas de Río hasta las cúspides del Huayna Potosí, los sueños de miles quedaron sepultados. A medida que se apagaba con tierra y destrucción cualquier chispazo de utopía que surgía en América Latina, Chile se convertía en la receptora de una inmigración masiva. De esta manera, la nación se transformó en el refugio de miles de asilados y soñadores, en un proceso que inició mucho antes de que La Unidad Popular asumiera el poder.[24]

 

La mayoría de los  extranjeros que fueron atraídos a Chile eran precisamente exiliados que huían de las dictaduras que gobernaban en ese momento otros países de América Latina. Luego de que La Moneda ardiera en llamas, cualquier persona con un acento diferente al chileno estaba sujeta a extensos interrogatorios, si no sentenciada a una muerte segura. Para los militares, todos los extranjeros eran considerados como una amenaza. 

 

[Locutor] A continuación se dará lectura al Bando No. 3 de la Junta de Gobierno Militar. Bando No. 3: se advierte a la población no dejarse llevar por posibles incitaciones a la violencia, que pueden emanar de activistas nacionales o extranjeros. Que estos últimos entiendan, que en este país no se aceptan actitudes violentistas, debiendo por esto deponer cualquier actitud extrema, sin perjuicio de las medidas que se adopten para su pronta expulsión del país o, en su defecto, serán sometidos al rigor de la Justicia Militar.[25]

 

Entre los extranjeros perseguidos luego del Golpe, estuvo el profesor de economía Paulo Sandroni. Los dejo con su testimonio:[26]

 

Paulo Sandroni [dramatización] Debo aclarar que no soy chileno. Soy brasileño y perseguido por el gobierno militar de entonces me refugié en Chile en el final de 1969, un poco antes de la victoria de Salvador Allende en las elecciones de 1970. Aunque en los días posteriores al Golpe una patrulla del Ejército hizo un allanamiento en mi departamento, no me llevaron detenido. Armaron una hoguera en la calle con libros, periódicos y todo lo que les pareciera subversivo retiraron del edificio (por ejemplo, un libro sobre la Revolución Americana de 1776). [...] Y cuando la patrulla del Ejército llegó, ellos se equivocaron, y allanaron el departamento del vecino y el viejo tuvo un infarto. Sin saber que me había denunciado, fui a ayudar a cuidar de él y después una ambulancia se lo llevó.

 

Si a la gente con acento le fue mal, no se imaginan cómo le fue a quienes además tenían la piel morena. Eduardo Labarca, periodista y escritor chileno, cuenta una historia que evidencia los límites del absurdo a los que llegó la situación.[27]

 

[Eduardo Labarca] Al comienzo llegó a la embajada un grupo muy grande de colombianos que estaban por diversas razones en Chile. Algunos habían estado en el Estadio Nacional, los habían agarrado simplemente porque eran mulatos. Los miembros de una orquesta de vallenato que habían estado presos porque los pescaron en la calle, los vieron que eran mulatos y dijeron que eran cubanos, pero en realidad ellos eran una banda de vallenato.

 

La persecución a las personas afrodescendientes se dio porque los militares temían que entre los extranjeros presentes en Chile hubiera cubanos que, enviados  por Fidel Castro, tuvieran la misión de resistir en Chile siguiendo la vía de la revolución armada que había transitado Cuba una década atrás.[28]

 

Hay registros de que sí hubo algunos cubanos que planeaban defender el proyecto liderado por Allende, incluso sacrificando sus propias vidas al contestar fuego con fuego si había un intento de golpe de Estado. Lo que no sabemos es exactamente cuántos. En todo caso, ellos  estaban comprometidos a respetar las órdenes de Allende como comandante en jefe del Estado.

 

El temor a que Chile siguiera los pasos de la revolución armada hizo que la Embajada Cubana fuera uno de los lugares más atacados el 11 de septiembre. El edificio estaba lleno de armas y había un plan previo de cómo se defendería en caso de que fuera necesario.

 

Todos sabían que un golpe de Estado era posible, esperable, pero nadie sabía lo que esto podía significar cuando es planeado con sevicia quirúrgica y desquite salvaje desde el despacho de un club social en comunicación directa con la Casa Blanca. Probablemente incluso las milicias armadas de la ultraderecha se sorprendieron a sí mismas, jóvenes guiados por fantasmas, viéndose a los ojos mientras inundaban las calles de todas las ciudades de Chile, nuevos dueños y señores del terror y de la patria, masacrando a una guerrilla popular que nunca existió.[29]

 

La existencia de esa tal “guerrilla popular” fue la excusa perfecta para  justificar todo tipo de acciones violentas en contra de extranjeros, militantes de partidos de izquierda y, la verdad, simplemente cualquiera que no viviera en los barrios altos.

 

Así lo recuerda Marcia Scantlebury, periodista y sobreviviente. Cuando los militares tomaron el poder, Marcia estaba grabando un documental sobre la visita de Allende a las Naciones Unidas. Por esto, y por ser parte del Movimiento de Izquierda Revolucionario, ella se convirtió en un elemento “incómodo”. Marcia fue perseguida y detenida meses después del golpe. Así recuerda el momento en que fue trasladada a un cuartel militar.

 

[Marcia Scantlebury] Y ahí cuando me bajé de la camioneta, ellos me metieron a una pieza donde las mujeres me registraron, y yo empecé a sentir unos gritos escalofriantes, así unos verdaderos aullidos, que yo, en el fondo, aunque supiera que había torturas en Chile, pero en el fondo, en el fondo uno, uno piensa o espera que sea una exageración, y yo sentí en ese momento “¿serán animales? Esto no puede ser gente”. Pero no. Era gente.

 

Pero volvamos al día del Golpe, un momento que no todos recuerdan de igual manera: 

 

Mientras la noche le gana al día en las ruinas de Chile, uno puede ver todavía, en los balcones de los barrios ricos de Santiago, de Valparaíso, el champán que se derrama.

 

[Champagne]

 

Abajo, en las calles, la gente corre en silencio, con la cara transida de terror. Y una composición de ruidos hablando del futuro. Los murmullos con los que una madre despide para siempre a sus hijos en el dintel de una puerta, que suenan, todos juntos, como una oración fúnebre. Las risas de los que brindan con coñac en los despachos, las risas que saltan y se estrellan contra el cielo, las risas que juegan en la oscuridad, por fin llenas del silencio de los muertos.[30]

 

¡Camarada Pablo Neruda! ¡Presente!

¡Camarada Pablo Neruda! ¡Presente!

¡Camarada Pablo Neruda! ¡Presente!

¡Ahora! ¡Y siempre![31]

 

La brutalidad del golpe de Estado fue tan inconcebible que algunos, estando a miles de kilómetros se sintieron en  la necesidad de ir hasta Santiago para verlo con sus propios ojos. Varios incluso guardaban secretamente la esperanza de que subsistiese aún algo por lo que batallar. Este fue el caso de Carlos Gabler, quien tenía solo 23 años cuando el Golpe ocurrió, pero ya trabajaba como uno de los secretarios de Allende. Gabler se movilizó lo más rápido que pudo desde Arica, en el norte, pero cuando llegó solo pudo contemplar las ruinas.[32]

 

[Carlos Gabler] Y cuando regresé, estaba todo desaparecido. Entonces, ellos empezaron a meter gente, a todo el mundo, a dos estadios. Uno se llamaba el Estadio Nacional, que tenía una capacidad de cincuenta mil personas, y otro el [...] [1] dos o tres estadios. Entonces llevaban allá a todo el mundo, por lo cual, era, digamos, era muy fácil caer, pero muy difícil salir de ahí.

 

[Carlos Gabler] El 11 fue el golpe. El 12, no había nada, no había nada. El 12, 13 hubo algo de resistencia; pero ya el 14, 15, el 16, que fue cuando ya yo llegué a Santiago, no había nada, nada, terror. Entre otras cosas, estaban matando gente como locos, ¿no?

 

La crudeza con que los golpistas y traidores se tomaron el poder parecía no tener límites o escrúpulos. Los centros deportivos pronto se convirtieron en cárceles para perseguidos políticos; los hospitales se quedaron sin personal suficiente para los heridos; y los cementerios rebosaron de muertos. Las filas ya no se daban en las puertas de las panaderías, porque la comida, de nuevo, era sólo para quien podía pagarla. Ahora las aglomeraciones estaban presentes en las comandancias y en las escuelas de guerra, donde madres y huérfanos buscaban a sus desaparecidos.

 

 

Después de ser detenido y golpeado en el Estado de Chile, Victor Jara escribiría su último poema: “Somos cinco mil”. Para que este poema saliera del Estadio, muchos fueron fusilados.[33]

 

Somos cinco mil

en esta pequeña parte de la ciudad.

Somos cinco mil

¿Cuántos seremos en total

en las ciudades y en todo el país?

Solo aquí

diez mil manos siembran

y hacen andar las fábricas.

¡Cuánta humanidad

con hambre, frío, pánico, dolor,

presión moral, terror y locura!

Seis de los nuestros se perdieron

en el espacio de las estrellas.

Un muerto, un golpeado como jamás creí

se podría golpear a un ser humano.

Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores

uno saltó al vacío,

otro golpeándose la cabeza contra el muro,

pero todos con la mirada fija de la muerte.

¡Que espanto causa el rostro del fascismo!

Llevan a cabo sus planes con precisión artera

Sin importarles nada.

La sangre para ellos son medallas.

La matanza es acto de heroísmo[34]

 

A diferencia de las agujas de cobre que aún siguen flotando en el espacio, esperando ser capturadas por la gravedad terrestre, los miles de desaparecidos de la dictadura, nunca reentrarán a la tierra, ni se perderán para siempre en el espacio.[35]

 

No todo fue terror luego del 11 de septiembre. Hubo manos generosas que ofrecieron su solidaridad al pueblo chileno. Sobre todo, las embajadas y los organismos de ayuda humanitaria unieron fuerzas y las misiones diplomáticas se volvieron resguardos seguros. O bueno… al menos relativamente seguros. La Junta Militar se caracterizó por la violación de los Derechos Humanos y los acuerdos internacionales, y ni siquiera intentó mantener el principio internacional de respeto a las embajadas como territorio extranjero.[36] 

 

Las voces de resistencia y solidaridad comenzaron a levantarse en todas las direcciones. Desde los credos religiosos surgió el Comité ProPaz, encabezado por el Cardenal Silva Henríquez y el obispo luterano Helmut Frenz. A ellos se sumaron organismos internacionales de ayuda humanitaria y embajadas de los países amigos. En la tarea de salvar vidas sobresalen hombres y mujeres de todas las naciones, entre ellos los embajadores de Suecia, México, Venezuela e Italia. Por parte de Colombia, el equipo diplomático estuvo representado por Octavio Calle, Beatríz Uribe, Paul de Bedout y Juan Fernández Renowitzky.

 

Los protagonistas de nuestra historia nunca olvidarán estos nombres. Aunque en esta temporada no escucharemos ninguna de las voces del cuerpo diplomático colombiano, sus nombres serán recurrentes en los relatos de las personas que sufrieron el exilio y contaron sus historias para Entre Américas. No sorprende, es gracias a ellos siguen con vida.[37]

 

[Locutor] Cada miembro de las fuerzas armadas que sufran, que sean víctimas de atentado, a cualquier hora o en cualquier lugar, se fusilarán a cinco de los prisioneros marxistas que se encuentran prisioneros. Cambio.

Que se prepare un boletín conteniendo estas ideas.[38]

 

Desde temprano las fuerzas militares demostraron su falta de respeto  por las representaciones diplomáticas al atacar a la misión cubana. Otras embajadas comenzaron también a correr riesgo cuando se llenaron de personas perseguidas por el régimen. Afortunadamente, el control internacional no permitió que sucediera nuevamente lo que había ocurrido en el pedacito de Cuba que estaba ubicado en Santiago.[39]

 

Las embajadas de Suecia y México resguardaron a miles de personas en las semanas que sucedieron al golpe de Estado. La respuesta de los cuerpos de seguridad fue feroz. Estos nuevos centros de asilo fueron catalogados como enemigos de “los salvadores de la patria”; pasaron a ser asediados y a estar bajo la estricta vigilancia de los militares.

 

Gracias a las redes de colaboración establecidas entre diplomáticos, credos religiosos, organismos internacionales y civiles, cientos de perseguidos lograron salvar sus vidas. Estas redes escribieron uno de los capítulos más memorables de la historia reciente latinoamericana. Sobre esa otra utopía, la solidaridad entre los pueblos, hablaremos esta temporada en Entre Américas.[40]

 

“La solidaridad no se pinta de colores” narra la historia de un esfuerzo transnacional en pro de la vida que desconoció facciones políticas.

 

[Salvador Allende] Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.[41]

 

Después del Golpe, la oscura noche del 11 de septiembre se extendería por 17 años.

 

Para muchos, encontrar un refugio en la Embajada de Colombia marcó la diferencia entre conservar la vida o morir a manos del nuevo régimen. En el próximo capítulo de Entre Américas: “Misión, llegar a la Embajada”.[42]

 

Hoy estamos grabando desde Bogotá Colombia, donde de nuevo un pueblo se atreve a soñar.  Hoy Entre Américas está acompañando a todos aquellos que siguen luchando para que la dignidad para todos pueblos no sea más una utopía.[43]

 

Créditos [2] 

 

La Solidaridad no se pinta de colores es una obra derivada del trabajo “En busca de una salida: la diplomacia colombiana frente al exilio chileno” de Edwan Gabriel Vera. Puede encontrar más información sobre esta investigación y sobre los recursos y archivos que se usaron en la construcción de este episodio en la descripción. 

 

En la realización de esta temporada el equipo Entre Américas: 

 

Edwan Gabriel Vera, investigador principal. 

Paula Orozco-Espinel, editora general. 

Alejandro Pérez Rubiano, redactor. 

Paula Daniela Veloza, asesora legal. 

Elizabeth León, diseñadora gráfica. 

Javier Ricardo Ardila, productor general. 

Marilyn León, productora ejecutiva. 

 

También queremos agradecer el apoyo del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile, por darnos acceso a sus archivos y ayudarnos en la difusión de esta iniciativa. 

 

Entre Américas es un proyecto de divulgación académica del Grupo de Investigación en Historia de las Relaciones Internacionales e Historia Transnacional de la Universidad Nacional de Colombia. 

 

Asimismo, le damos un especial agradecimiento a las y los artistas que permiten el uso de sus obras musicales en la producción de Entre Américas. Su trabajo es esencial en la creación y acceso a nuevos contenidos culturales:

 

Camilo Eque

Evelyn Cornejo 

Los Bunkers 

Daniela Millaleo 

Fundación Víctor Jara 

Carlos Puebla 

Manuel García 

 

Damos las gracias a la profesora Gisela Cramer por abrir y promover espacios para que proyectos como este puedan florecer. 

 

En el episodio de hoy escuchamos el testimonio del brasileño Paulo Sandroni. El texto original fue resultado de una entrevista hecha por nuestro investigador Gabriel Vera en 2019. Para fines de este podcast, el texto original fue dramatizado por John Goodrick. Le agradecemos a John su colaboración. 


 

Hasta la próxima.

 

Recuerden un episodio nuevo el 11 de cada mes.

 

Gracias por escuchar.

 

[1] United States Navy Band. (2015, Septiembre 25). Song to the Moon from Antonin Dvorak’s opera Rusalka. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=GhDzQ2XWrk4

[2] Charles Henrique da Silva. (2018, septiembre 24). Wiener Philharmoniker - Maurice Ravel - Bolero - Regente Gustavo Dudame. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=E9PiL5icwic&ab_channel=CharlesHenriquedaSilva

[3] WilliamRussell1994. (2015, octubre 18). Volcano Eruption Sounds.  [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=Hxbeh-_nNZ0; Sonorizante (2017, agosto, 24); y Fábrica Metalúrgica - Sonido ambiental industrial. [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=yv4kCXGPdgc

[4] Agustín Bardi (1926). Gallo Ciego. [Interpretada por John Goodrick, 2020]. Grabación independiente donada por el intérprete a Entre Américas Podcast.

[5] Cordâme - Tema. (2014, marzo 6). Incantation. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=I4LdM3TLJfI&list=OLAK5uy_kQydtvbstTiRKDp0arPMO92e9Ru3R5KGk&index=14

[6] Camilo Eque. (2012, diciembre 7). La Boca de la Inmensidad - Camilo Eque. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=pqO_XeHUcVE

[7] Willterminus. (2008, noviembre 9). The Sound of dial-up internet. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=gsNaR6FRuO0

[8] Evelyn Cornejo. (2020, junio 8). País de Cobre. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=mXBkCRyD9yw]

[9] Henrique da Silva. 2018

[10] Valetux. (2007, septiembre 11). Nacionalización del Cobre - Chile (1971). [Video]. Youtube.   https://www.youtube.com/watch?v=ou_STadkwI0&t=183s&ab_channel=valetux

[11] Henrique da Silva, 2018.

[12] Museo de la Memoria y DDHH. (2014, enero 30). LAMPA, LA REFORMA AGRARIA Y EL GOLPE. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=LshKk3IbRxE&t=409s

[13] Victor Jara - Música. (2015, enero 22). Victor Jara - Vientos del Pueblo - feat. Inti-Illimani [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=dvGthike3-o

[14] Camilo Eque. (2021, febrero 20). Los Mismos (acústico). [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=ZH05t0eMGPg

[15] WilliamRussell1994, 2015.

[16] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Archivo Radial. (1973, septiembre 11). Bando No. 1: golpe de Estado. Cadena nacional, se anuncia el golpe. En Radio Agricultura [Registro al aire libre]. Archivo Radial. https://archivoradial.museodelamemoria.cl/buscador_resultado.php?filtro=golpe%20de%20estado&tipo=3&registros=5#detalle1383

[17] Carlos Puebla - Tema. (2015, marzo 16). Elegía a Salvador Allende. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=3KJ4JGtJoU0

[18] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Archivo Radial. (1973, septiembre 25). Funeral Pablo Neruda. En Radio Moscú [Registro al aire libre]. Archivo Radial. https://archivoradial.museodelamemoria.cl/buscador_resultado.php?filtro=funeral%20pablo%20neruda&tipo=3&registros=0#detalle1287

[19] Superfunnysheet. (2016, mayo 19). Sea-waves Sound effect. [Video]. Youtube.  https://www.youtube.com/watch?v=Xfks6jiS_iI

[20] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Archivo Radial. (1973, septiembre 11). Últimas Palabras del Presidente Allende, 11 de septiembre de 1973. En Radio Magallanes. [Registro al aire libre]. Archivo Radial. https://archivoradial.museodelamemoria.cl/buscador_resultado.php?filtro=allende&tipo=3&registros=25#detalle1475

[21] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Archivo Radial. (1973, junio 29). Tancazo. [Radio]. Archivo Radial. https://archivoradial.museodelamemoria.cl/buscador_resultado.php?filtro=1973&tipo=3&registros=20#detalle1263

[22] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Archivo Radial. (1973). Tancazo.

[23] Daniela Millaleo. (2014, enero 10). Donde Están. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=8hYaliS1OqU&list=OLAK5uy_mZgs8Sg2xP4sl6e6UctzYNyweiU4gmsJw&index=7

[24] RubinMuseum. (2017, julio 20). The World Is Sound - Listen with your whole body. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=RyUyUj2oZZE]

[25] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Archivo Radial. (1973, septiembre 11). Bando Nº 3 sobre “actitudes violentistas”. [Radio]. Archivo Radial https://archivoradial.museodelamemoria.cl/buscador_resultado.php?filtro=bando&tipo=3&registros=5#detalle1255

[26] Varadero1839. (2008, octubre 16). Manhã De Carnaval! [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=nVkDfnGobmI&ab_channel=varadero1839

[27] Jairo Barco. (2015, abril 23). Acordeon Instrumental Clásicos Vallenatos. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=VhuJj5shuH0

[28] VintageMusicFm. (2015, octubre 30). Guillermo Potabales – El Son Se Fue de Cuba. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=hNYfEt5qLUg&ab_channel=VintageMusicFm

[29] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Archivo Radial. (1973, junio 29). Tancazo; y RubinMuseum. (2017, julio 20). The World Is Sound - Listen with your whole body. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=RyUyUj2oZZE

[30] Felipe Leal. (2012, enero 22). Los Bunkers- Pequeña serenata diurna [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=PEF8SLMk3pE&list=PLGWMKcohmuEX-9iNWoGmNGIO1xT7jgEmG&index=10&ab_channel=FelipeLeal

[31] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Archivo Radial. (1973, septiembre 25). Manifestaciones en Funeral Pablo Neruda. Cortejo al Cementerio General. En Radio Moscu. [Registro al aire libre]. Archivo Radial.  https://archivoradial.museodelamemoria.cl/buscador_resultado.php?filtro=1973&tipo=3&registros=25#detalle1291

[32] Sebastian Andres Acuña Rojas. (2011, diciembre 16). Los Bunkers junto a Manuel Garcia " Al final de este viaje en la vida " Documental Sonar 2011. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=wPOSXgH5OOA&ab_channel=sebastianandresacu%C3%B1arojas

[33] Evelyn Cornejo - Tema. (2019, marzo 23). Las leyes [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=Gd40ss50HpY&ab_channel=EvelynCornejo-Topic

[34] Superfunnysheet, 2016.

[35] Camilo Eque. (2013, mayo 30). De Ida - Camilo Eque (Videoclip). [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=0Wg6m8DNw5Q&ab_channel=CamiloEque

[36] RubinMuseum, 2017.

[37] Camilo Eque y Barriosur. (2014, junio 8). La Carne y la Historia ft Nano Stern. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=LeJlV8EwV2o

[38] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Archivo Radial. (1973, septiembre 11). Transmisión 11 de septiembre de 1973”. En Sintonizados con la memoria. https://sintonizaconlamemoria.cl/

[39] Los Bunkers (2018, julio 29). [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=iUQdnzR83i8&ab_channel=LosBunkers-Topic

[40] Miguel Toston Cienfuegos. (2019, mayo 17). Inti-Illimani - Carnavalito De La Quebrada De Huamahuaca (11.02.1979). [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=bpdpaWllNd8

[41] Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Archivo Radial. (1973). Últimas Palabras del Presidente Allende.

[42] Fernando Ubiergo (1987, junio 13). Carta abierta a Pinochet. En II Festival Victor Jara [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=6bWhSKNQqko

[43] Videos Interesantes, 2020

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